Esta obra no alcanza la altura de las anteriores producciones de Querejeta con Saura como director. Es un film intermedio en la filmografía del irregular realizador pues está lejos de la apasionante complejidad de "Stress-es tres tres" o de la carga metafórica de "La caza" pero sin embargo supera a las posteriores "El jardin de las delicias" y "La prima Angélica" dos películas que no le salieron bien a Saura. En "La madriguera" hay por lo menos algunos puntos de interés como la minuciosidad con la que están planificados los decorados que es lo que más llama la atención del espectador a lo largo del metraje. No obstante la flojedad de la idea argumental es evidente y hay momentos particularmente grotescos en esa historia de un matrimonio que se abandona a los juegos más absurdos intentando escapar de la monotonía. El film sin embargo no llegó a desafiar a la Censura porque las situaciones son demenciales pero no demasiado morbosas e incluso pueden hacer reir a aquel espectador que no se tome en serio esta película. Un ejemplo de ello es la escena en la que el marido hace de perro y la esposa le saca un trozo de carne fresca del frigorífico para que lo muerda. Esa es una escena de mal gusto pero el espectador se deja llevar en algún momento por el demencial espectáculo al que asiste reconociendo que le llama la atención por lo menos a ratos. En la película se observa un cierto refinamiento visual y una interesante ambientación. El resultado final es una obra que no tiene demasiado interés pero que por lo menos tiene momentos llamativos para el espectador que justifican totalmente el visionado y la atención prestada.