Excelente factura técnica y fotografía, pero aburrida. Intenta conjugar acción con comedia, drama familiar y espionaje y sin embargo en ninguno de los géneros destaca, tornándose tediosa. McG y Luc Besson tomaron premisas de "Taken" e intentaron potenciar la fórmula agregándole tópicos y hasta comedia; resultado: un film carente de intensidad y confuso, que por momentos incita al bostezo. El metraje es excesivo para lo poco que cuenta y perfectamente se podría haber reducido a 90 minutos en vez de casi 120.

Aquí encontramos a un Kevin Costner correcto en un papel físicamente exigente pese a su edad. Los secundarios simplemente cumplen. El film no falla por sus actores, sino por el guión.

Ojo, no es una mala película y hasta puede resultar potable en una sobremesa. Pero no más que eso.

Lo mejor: un Kevin Costner que aún da la talla y exhibe vigencia. La fotografía.

Lo peor: demasiadas escenas y minutos dedicados a la relación Padre-Hija. Quien ve una película de estas pretende que los "dramas familiares" se reduzcan al mínimo, tipo "2 o 3 desencuentros - abrazo final" y colorín colorado.