Pues nada, aquí tenemos un thriller de lo más efectivo que no pierde el tiempo en cosas innecesarias. En un principio, vemos a un protagonista bastante enigmático que no quiere conversar ni tratar con nadie. Ese comportamiento indica que algo anda mal y que tiene una historia que contar. De este modo se nos presenta a alguien que no ha podido tener más mala suerte durante su viaje hacia Los Ángeles. Un tipo que solo quería ver a su novia, a quien echaba mucho de menos, y que termina, de forma muy injusta, de la peor manera posible. Hay personas que nacen con estrella y otras que nacen estrelladas. La trama es sencilla, pero funciona bien gracias a los giros argumentales, los cuales sorprenden mucho porque no te los esperas en absoluto. Parece que el pobre de Al está destinado a que todo lo que haga le salga peor que mal. Resulta inevitable sentir pena por este, ya que todo apunta a que le ha mirado un tuerto. Encuentro apropiado que él narre los desafortunados hechos, ya que así el espectador empatiza más con el personaje. Una cinta que no llega a los 70 minutos de duración, lo cual siempre es un aliciente, pues su visionado se pasa antes de que puedas pestañear. Llama la atención la belleza desagradable de Ann Savage, una mujer hermosa, pero con mucha maldad que se aprovecha de la delicada situación de Al. Tan guapa como insoportable. Para finalizar diré que el título del filme es sumamente acertado debido a que refleja el desvío de una persona en el sentido metafórico.