Una película que quería ver desde hace tiempo porque la han echado en bastantes ocasiones en televisión y solo llegué a ver el principio. Así que por fin puedo decir que misión cumplida. Y lo cierto es que me ha parecido un thriller que merece la pena porque contiene muchas persecuciones de alta intensidad que hacen que no despegues la vista del televisor ni por un instante. Hay que decir que la trama es sumamente predecible, ya que ofrece la típica situación de busca y captura de alguien que se ha metido en un buen lío sin buscarlo por parte de los matones del gobierno. Hay que destacar la crítica hacia la tecnología de la telecomunicación, la cual se expone de un modo realista y acertado, aunque no nos sorprende para nada a estas alturas del cuento, todo sea dicho. El reparto está repleto de actores conocidos, pero lo encabeza un Will Smith que ya era un actor consolidado que no se limitaba al humor. Gene Hackman y Jon Voight son 2 leyendas de las que no es necesario hablar. Luego están secundarios como Jack Black, Jason Lee, Gabriel Byrne, Jamie Kennedy, Barry Pepper o Regina King que pese a sus roles, hacen un buen trabajo. Lo único negativo de esta cinta es que en su última parte baja el nivel. Y es que en dicho tramo del visionado, el ritmo decae de una manera decepcionante. Dicho de otra forma, el clímax no está a la altura del resto de la producción. Pese a esto, no me quejo demasiado, pues me he entretenido mucho con este thriller frenético de los 90.