Me captó mucho la atención los dos primerísimos primeros planos que hay en la película, creo que los únicos, en los que relacionamos al capitán Kirby York con su esposa Kathleen en este intento de reconciliación. Dichos planos son tan semejantes y tan únicos en la película que se conectan entre si. Ford añade a demás la misma melodía en ambos planos, planos que están separados por una hora de film. Ford lo hace excelentemente porque esa hora de film que pasa, equivaldría a esos 15 años que los personajes han estado separados. Existe una conexión entre ellos que sobrepasa el tiempo y el espacio.

Referente a la lectura que da Ford en utilizar estos metodos, cabe destacar el momento en que Wayne anda solitario y pensativo (momento anterior al primerísimo primer planto anteriormente mencionado) en uno de los descansos de la caballería, nos damos cuenta que se oscureze la imagen poco a poco, habiendo un cambio evidente en el espació, desconozco el método técnico de como se hizo, supongo que con una variación de diafragma, aunque lo que no cabe duda, (corrijan-me si me equivoco), es la relación del cambio espacial con el cambio espiritual del personaje principal. Momento en que este último empieza a evolucionar hacia un capitán menos arisco, mas emotivo y si me permiten, más familiar.

Destacan estas panorámicas y movimientos de cámara en los que se descubre el espacio en cuestión, ese Pan Right rápido y violento descubriendo el ataque de los Apaches. Y como no podría faltar esas escenas de persecución con caballos, en los que los especialistas hacían su trabajo extraordinariamente. Realmente se te ponen los pelos de punta, sabes que esa acción no es infografía, es algo real.

Recuerden que todo en el cine se hace por y para algo, nada debería de ser gratuito, un gran maestro que nos enseñó por y para que sirve cada recurso cinematográfico fué John Ford.