Hay quien se queja del bestiario empleado: que si orcos, que si olifantes... y aunque es cierto, viéndolo como lo que es (un cómic en movimiento), de este producto palomitero no pueden haber quejas en ese aspecto. Muchos aplauden la fotografía hasta que las manos les arden: a esos yo les digo que de fotografía no se puede hablar, sino de una infografía rayana en la perfección. Que no es lo mismo. Sobre la musculatura de los protas, pues solo diré que no molesta ni queda rara: para extraño, que la peli comience con el Leónidas bebé que se salva de ser lanzado al abismo al no tener defectos físicos (en aquellos tiempos se practicaba la eugenesia, o sea que se mataba a los recien nacidos con taras), y luego aparezca un espartano hibrído entre Quasimodo y Gollum. Lo que si sorprende es que los cachelis no lo hagan nada mal y en especial el prota, que recrea un Leónidas muy veraz. De lo del Jerjes escandaloso, pues que si: que tiene una pinta de reinona que espanta, y que el doblaje lo podrían haber hecho con una voz menos dada al escarnio. Muy grande fué ese personaje como para verlo recreado de una forma tan ridícula sin sentir verguenza ajena. Algunos dicen que se les hizo corta, que es entretenida con ganas: pues bien, si meter relleno como las largas escenas sexuales que no vienen a cuento le da aspecto entretenido, que venga Dios y lo vea. Pero con tres cuartos de hora menos, todo eso que hubiesen agradecido mis nalgas, que en según que momentos de la peli no sabía como colocar.
Por último, comunicar a quienes no se hayan dado cuenta que el mensaje político que lleva la historia es expuesto sin disimulo. El republicano Miller aprovecha algo sucedido hace miles de años para justificar, por medio de un alegato del prota sobre soldados que parten lejos de sus hogares para combatír las injusticias del mundo, algún suceso actual entre su pais y la zona natal de Jerjes.
Así que nos encontramos ante una peli que es más un cómic en tres dimensiones y con movimiento, que una película propiamente dicha. Que arranca bien, luego aburre, tiene en su parte central todo el interés, y luego vuelve a aburrír un buen rato hasta casi el final. Que de rigor histórico no lo hay ni de casualidad, aunque tampoco era de esperarlo, que las interpretaciones no estan para nada mal, las infografías son exquisitas, y como pasatiempo para acompañar a las meriendas que algunos se dan en los cines, es del todo ideal.
De paso, saludar a la tropa que espera impaciente mis colaboraciones para poder votarlas negativamente, y felicitarles por su prontitud en la labor: a este paso, llegará el día que aún no habré clicado "enviar" y ya tendré tres votos negativos (como poco). A ver cuando coño llega ese foro a tiempo real que comenzó a pedir hace mucho el desaparecido en combate Txarly (mira, como el título de una peli de su actor fetiche).