Un chaval al que le encantan los zombis aprende a zombificar a su gato, y de paso a una que pasa por allí.

Empieza interesante, con un tono algo distinto a lo normal. Se presenta la zombificación desde una perspectiva interesante. Con detalles como que el protagonista se preocupa de mantener los cuerpos fríos para decelerar la putrefacción, sobre la alimentación que necesitan… Pero rápidamente pasa a importar poco y un zombi es lo mismo que el resto. No hay consecuencias. Ni para el zombi ni para los que tiene alrededor. Se pierde fuelle rápidamente y la serie se pierde en capítulos insulsos. Además, se mantiene a día de hoy incompleta.

En cuanto a la trama hay muy poco más. Principalmente tenemos la “Vida zombie” y la fuerza antagonista que presenta el padre de la chica. Pero los problemas de ambas partes se evaporan como si nada. La mitad de los capítulos son de relleno sin interés ni peso en la historia. Y los que sirven para profundizar en los personajes tienen muy poca sustancia porque los personajes tienen muy poca profundidad.

Tenemos al protagonista cuyas únicas características son: me gustan los zombis, tengo el pelo con dos cuernos y soy un vago. La chica protagonista que es la chica bonita que nunca ha tenido libertad pero en realidad es como cualquier otra. Los familiares del prota que a veces parece que van a ser interesantes y de pronto lo dejan estar para seguir siendo irrelevantes. Mención especial para la prima, que tiene la personalidad típica de siempre pero, por alguna razón, está sexualizada mucho más de lo normal. No aporta nada, solo distrae.

Entiendo que la historia esté inacabada con solo esta primera temporada (dudo que haya más) pero había tiempo de avanzar en vez de meter relleno insulso.