Buff.. resulta ciertamente dificil poder ver las dos partes de este ciclo sin caer en la tentación de apagar la televisión. Colin Baker está considerado el peor Doctor Who de la historia. Quizás no es mérito solo suyo, ya que los guionistas de este bodrio - más próximo a una parodia o a una producción de "The Asylum" - parece que odiasen al buen Doctor de Gallifrey, dotando a este episodio se unos personajes ridículos, feístas - solo hay que ver el doctor con ese peluquín que parece una mofeta en la cabeza, o la enamorada enfermera, caracterizada de manera horrible, que recuerda a un travesti - unas escenas de relleno y absurdas - desde el mutante al monumento de corcho que cae sobre el Doctor - unos diálogos lamentables, un villano de Corchopán que parece escapado de Futurama - Davros- y un conjunto ciertamente mediocre. No es ni risible. Y con eso, el pobre Colin poco puede hacer.

Tampoco ayuda mucho la inclusión del humorista popular en aquellos años Alexei Sayle, como un DJ completamente insoportable.

Solo para fanáticos integrales del Doctor Who.