Película de acción noventera poco destacable, salvo en un cierto gusto en las escenas nocturnas, con una estética más próxima al videoclip. Vittorio Rambaldi había dirigido en los 80 un filme de terrorcillo titulado "Furia primitiva", el cual, aunque no muy allá, resultaba un producto aceptable con algunas escenas sugerentes de algo más de capacidad. En esta "Decoy" cuenta con un reparto interesante, aunque no le compaña el guión, bastante penoso y plagado de agujeros. Las escenas de acción no son lo suyo, en especial los tiroteos, bastante chapuceros. Los he visto mejores en la serie de "El equipo A" y ahí ya eran muuuy mediocres. Si es que hasta las muertes son del montón. Con todo, tiene esos toques peculiares como la secuencia en el extraño cementerio indio, que consigue transmitir una sensación de irrealidad.

Weller y Patrick no parecen super-comandos, sino, más bien, matones esforzados. Nunca transmiten sensación de peligro, lo suyo es huir de los problemas. Frente a ellos, tenemos unos asesinos con gadgets más propios de los filmes de superhéroes, algo que aquí no pinta nada. Eran los 90. Mucha estética y poco contenido. Es curioso el papel de Kulich, el inolvidable jefe vikingo de "El Guerrero nº 13", aquí reducido a ser una mera comparsa.

Verse, puede verse, pero rápidamente la olvidas. Incluso su final es bastante absurdo.