Fringe fue la serie vino a rescatar a los aficionados a "Expediente X" y a las series de conspiraciones paranormales en general, huérfanos de estas producciones, tras el petardazo de "Flash Forward" y el hastío de "Perdidos", que era algo aún más raruno.

Fringe nos devolvió a las investigaciones de fenómenos "X", pero, esta vez, no vinculados a los extraterrestres, sino a fenómenos de paradojas espacio-temporales y cambios dimensionales. Aparte de un dúo atrayente, la serie se fijó en TV durante cinco temporadas gracias al inmenso personaje que interpretó John Noble, el Dr. Walter Bishop. Su humanidad, en forma de remordimientos, desequilibrios mentales, amor paternal y fraternal, era una novedad en este tipo de series. Un personaje aparentemente débil y necesitado de protección, y sin embargo, tan decisivo. Asimismo, tuvo unos personajes secundarios tremendamente brillantes, como los que interpretaron Jared Harris y Leonard Nimoy.

Aunque esta serie pecaba de tramas inacabables - de esas que si te pierdes un episodio no te enteras del siguiente - fue novedosa en cuanto a la definición de situaciones, malos, sociedades secretas, extraños científicos, aparatejos, tecnología extraña, seres a cual más raro y sobretodo, que la serie tenía una concepción de un todo y no de fragmentos deslavazados y unidos en función de su prolongación televisiva. La serie es fruto de un plan previsto y que, por fortuna, pudieron culminar. Así, el último episodio cierra la historia que se ha desarrollado en las cinco temporadas. Si tuviésemos paciencia, y tiempo, podríamos ver la serie de tirón y nos parecería un inmenso largometraje, ya que tiene una unidad argumental y una descripción de situaciones que no se repiten, sino que avanzan en cascada con el desarrollo de la historia, como si de una película se tratase.

Gran serie.

PD. Y esa sintonía tan pegadiza...