Como un reportaje de "Cuarto Milenio", un nazi retorna al campo de concentración de Dachau y se encuentra con sus fantasmas, aunque no los esperase. Una conversación entre verdugo y víctima, con la vieja excusa de " a mí me lo mandaron". Un castigo ejemplar desde el más allá, una cadena perpetua en vida. Por lo demás, un episodio bastante típico y tópico de esta serie, con buenas interpretaciones pero con una historia en la que sustituye la creatividad por la reivindicación.