William Hope Hodgson siempre fue un inquietante escritor de terror fantástico cósmico y misterios marinos, reconocido como tal por HP Lovecraft. Suya es la magnífica novela "La casa en el confín de la tierra" o "Los náufragos del Glenn Carrig", amén de numerosos relatos cortos. Sus relatos tienen, aún hoy, mucha fuerza. Seres sobrenaturales, fantasmas en el mar, extrañas entidades. Esta película japonesa se basa en uno de esos relatos, el cual no he leído y no puedo opinar. Unos aficionados a navegar se ven atrapados en un tormenta y quedan a la deriva, arribando a una extraña isla, rodeada de niebla en la que proliferan unos extraños hongos. Conforme exploren la isla irán descubriendo que no son los primeros visitantes y que existe una amenaza.

La primera parte del filme captará la atención del espectador. El misterio de la isla y de lo que allí encuentran se acrecienta conforme avanza el filme. No obstante, pronto el director y los guionistas se centrarán en el comportamiento cada vez más egoísta e irracional de los náufragos. Los rencores, las envidias, la lascivia, el odio y la maldad empezarán a abrirse camino, quedando el peligro de la isla en un segundo plano. No es un filme de monstruos al uso, ya que, aunque los hay, los monstruos son los náufragos.

Honda dirige con solvencia. Crea ese ambiente necesario en el filme. Los decorados están ciertamente logrados y el bosque de setas se transforma en el reverso tenebroso de "Blancanieves y los siete enanitos" para acercarse a la inhumanidad de "La invasión de los ultracuerpos".

Filme de terror fantástico interesante. Uno de la Hammer, a la japonesa. Podría haberlo emitido Chicho Ibáñez Serrador en su programa allá en los 80. Descúbranlo.