Tópica y previsible. Con textura de los años 90. Un thriller poco emocionante donde, sabiendo que lo que parece no es, tienes que acertar quién es el malo. Y eso es muy fácil. Dirigida con profesionalidad por el otrora buen director Philip Kaufman- que nos obsequió con "Elegidos para la gloria" y "La invasión de los ultracuerpos"- es, sin embargo, un filme frío, rutinario, donde se hace difícil conectar con alguno de los personajes, tan esterotipados, desde la compulsiva y ninfómana protagonista, hasta los zánganos que tiene acosándola, pasando por un psiquiatra de manual, un compañero memo y unos jefes del montón. Ninguno tiene carisma. Incluso Jackson, con lo que puede ofrecer, se queda como descafeinado, demasiado frío y contenido.