Con una historia tan intensa como emotiva los minutos de metraje pasan volando.
Comienzas este viaje cegado por el sol y la arena sin saber a donde vas.
Al poco tiempo te vas dando cuenta de que todo tiene sentido. Persigues una ilusión. Puede tratarse de un amor, de algo que idealizaste y se quedó en el camino.
Es de esas películas que no se olvidan porque hablan de la fragilidad del ser humano.
Las interpretaciones son notables. Una película para ver y escuchar. Los acordes lentos de guitarra provocarán alguna lágrima con esa magnífica banda sonora que nos acompañará durante el viaje.