Todos sabemos que el motor que mueve el mundo hoy por hoy es la publicidad, ya que está, es la que se encarga de financiar todos los eventos televisivos de nuestro tiempo. Sabiendo todo esto y sumándole además que la mayoría del público que sigue la gala de los oscars y para los que en consecuencia esta dirigida la gala, esta constituido por amas de casa, cicuentonas y estadonudenses podemos deducir que las historias de amor que además son políticamente correctas están condenadas a triunfar. Esto mismo debió pensar James Cameron cuando diseño la historia de Titanic, una historia de amor pastelera y simplona, plagiada sin ningún pudor de La Dama y El Vagabundo y acompañada por unas secuencias de efectos especiales y unas recreaciones espectaculares y ya esta 11 oscars asi de simple, asi de fácil, el dinero y la producción es lo mas artístico que podemos sacar de esta película. Tenemos mas ejemplos de casos similares, ahora se me viene a la cabeza Slumdog Millonarie ( 8 oscars ) buena película aunque este a años luz de la mejor película de Boyle, Trainspotting, que solo tuvo una nominación. Como este último ejemplo podría decir varios mas, que seguro todos tenemos en mente pero que esta película, Titanic, hecha apartir de una ya consabida fórmula de sensiblería barata tenga los mismos Oscars que Venur me da dolor de barriga.