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Meroe rating:
7
6.8
98
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August 17, 2017
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No os dejéis engañar por el título que he escogido para ésta reseña. Es cierto que he encontrado más acidez en Hibike! Euphonium que en todos los animes anteriores que he visto, pero me refiero a esa clase de acidez deliciosa que agradeces encontrar en los pasteles de limón o frutos rojos, por lo general tan saturados de azúcar. Esa clase de acidez que hace que te relamas de placer y envíes unas silenciosas gracias al pastelero; y es que a veces el no saber puede darte sorpresas muy agradables.
Elegí Hibike! Euphonium antes que otros muchos animes de mi lista por mi senpai, aquel cuyas opiniones sigo con creciente interés. Tras visionar el precioso anime Shigatsu wa kimi no uso me costaba comprender que en su lista de animes del año Hibike! Euphoniumsuperara por varios puestos a la feerica historia de Arima Kousei y Miyazono Kaori, y llegó un momento en que esa curiosidad se convirtió en una duda casi obsesiva. ¿Por qué un anime sobre unos chicos que tocan en una banda supera a la radiante historia de amor entre un genio del piano y una violinista alocada? He ahí la primera sorpresa que nos tiene reservadaHibike! Euphonium: éste no es un anime sobre música. Es cierto que la historia cuenta cómo un grupo de jóvenes se unen a la banda de su instituto con la lejana meta de llegar hasta las competiciones nacionales, pero eso no es más que la pequeña e insignificante punta del iceberg.Hibike! Euphonium es mucho, mucho más que eso.
Ahora me doy cuenta que colocar en la misma balanza a Shigatsu wa kimi no uso y Hibike! Euphonium sería como hacer lo propio con Death Note y Fullmetal Alchemist. ¿Cómo decidir cuál de las dos es mejor serie? No tiene caso compararlas, la respuesta a esa pregunta vendrá a través de los gustos personales de cada uno.Your lie in April y Hibike! Euphoniumno pueden compararse, porque mientras que el primer anime representa un mundo de ensueño centrado en dos personas que no conciben la vida sin música, el segundo es básicamente una visión realista y chispeante de la adolescencia. Tan chispeante que a veces roza el cinismo, pero de un modo adorable.
La historia sigue a Oumae Kumiko, una niña de mentalidad abierta y precoz que empieza con ilusión un nuevo año escolar desde cero: nuevo colegio, nuevas metas y nuevos amigos, o casi. Para su sorpresa Kumiko descubre que en su misma escuela ha ido a parar Kousaka Reina, una antigua compañera de la banda con quien Kumiko se siente violenta, ya que sus últimas palabras hacia ella no fueron demasiado cordiales. En la vida de Kumiko también continúa Shuichi, un viejo amigo de la infancia que ya empieza a mirar a la joven con otros ojos, si bien ella lo ignora… o finge ignorarlo. Aparte de éstos fantasmas del pasado todo es nuevo en la vida de Kumiko, tal y como ella deseaba. Solo que a sus dos nuevas amigas, Katou Hazuki y Kawashima Sapphire (que aunque nadie lo hace prefiere que la llamen Midori) les gustan tanto los instrumentos musicales que deciden entrar a formar parte de la banda del instituto, arrastrando por inercia a Kumiko, que no tenía pensado volver a formar parte de una banda musical. Y así Kumiko vuelve a tocar el Eufonio, Hazuki se enamora de la tuba y Sapphire elige el contrabajo; y como el destino tiene caminos inescrutables a la banda también se unen Reina con la trompeta y Shuichi con el trombón, amén de varios miembros de primer año.
Lo que empieza siendo una actividad puramente recreativa, diversión y poco más, pronto adquiere tintes serios cuando el nuevo profesor de música rehúsa darles ninguna clase hasta que el nivel general no sea lo bastante bueno. Su voz es suave y amable pero su decisión, firme. Probablemente ésta sea la primera sorpresa real de Hibike! Euphonium, que deja tan descolocados a los espectadores como a los jóvenes músicos que se miran unos a otros, confusos. A todos les pareció entretenido entrar en la banda de música del instituto pero de pronto se encuentran con un maestro que les exije mucho más de lo que en principio estaban dispuestos a dar, obligándoles a decidir hasta qué punto quieren entregarse a sus instrumentos, hasta qué punto desean competir a escala nacional, tal y como ellos mismos decidieron (a la ligera, todo hay que decirlo). Aún detestándo a su profesor por su falta de tacto, los jóvenes elijen esforzarse y dedicarle tiempo y energía a la banda. Personalmente encontré egoísta y poco ética la actitud del joven maestro, que pone la música por encima de sus alumnos -a quienes, desde mi punto de vista, nunca consideró como tal- pero dicha actitud despierta el deseo real de los chicos por integrarse en la orquesta. Con esfuerzo, práctica y sacrificio todos mejoran lo suficiente para que el maestro les honre con sus clases. Pero entonces surge el siguiente elemento que provoca tensión en el heterogéneo grupo: son demasiados para los oficialmente permitidos para competir, de modo que hay que hacer exclusiones. El maestro, en su tendencia a hacer las cosas de forma poco ortodoxa (ésta sí que me pareció una decisión correcta y justa), opta por no seguir las normas de antigüedad y así elegir a los integrantes de la orquesta que irá a las competiciones por su valía, por su talento musical.
Después de haberse esforzado tanto, de hacerse a la idea de llegar hasta el final, nadie quiere quedarse fuera de la banda. Tensiones, envidias, chismorreos de instituto… todo se pone sobre la mesa en ésta historia tan certera como sustanciosa sobre la esencia adolescente. Hay veneno, malos pensamientos, pero también inocencia y dignidad.
(Sigue en spoiler)
Elegí Hibike! Euphonium antes que otros muchos animes de mi lista por mi senpai, aquel cuyas opiniones sigo con creciente interés. Tras visionar el precioso anime Shigatsu wa kimi no uso me costaba comprender que en su lista de animes del año Hibike! Euphoniumsuperara por varios puestos a la feerica historia de Arima Kousei y Miyazono Kaori, y llegó un momento en que esa curiosidad se convirtió en una duda casi obsesiva. ¿Por qué un anime sobre unos chicos que tocan en una banda supera a la radiante historia de amor entre un genio del piano y una violinista alocada? He ahí la primera sorpresa que nos tiene reservadaHibike! Euphonium: éste no es un anime sobre música. Es cierto que la historia cuenta cómo un grupo de jóvenes se unen a la banda de su instituto con la lejana meta de llegar hasta las competiciones nacionales, pero eso no es más que la pequeña e insignificante punta del iceberg.Hibike! Euphonium es mucho, mucho más que eso.
Ahora me doy cuenta que colocar en la misma balanza a Shigatsu wa kimi no uso y Hibike! Euphonium sería como hacer lo propio con Death Note y Fullmetal Alchemist. ¿Cómo decidir cuál de las dos es mejor serie? No tiene caso compararlas, la respuesta a esa pregunta vendrá a través de los gustos personales de cada uno.Your lie in April y Hibike! Euphoniumno pueden compararse, porque mientras que el primer anime representa un mundo de ensueño centrado en dos personas que no conciben la vida sin música, el segundo es básicamente una visión realista y chispeante de la adolescencia. Tan chispeante que a veces roza el cinismo, pero de un modo adorable.
La historia sigue a Oumae Kumiko, una niña de mentalidad abierta y precoz que empieza con ilusión un nuevo año escolar desde cero: nuevo colegio, nuevas metas y nuevos amigos, o casi. Para su sorpresa Kumiko descubre que en su misma escuela ha ido a parar Kousaka Reina, una antigua compañera de la banda con quien Kumiko se siente violenta, ya que sus últimas palabras hacia ella no fueron demasiado cordiales. En la vida de Kumiko también continúa Shuichi, un viejo amigo de la infancia que ya empieza a mirar a la joven con otros ojos, si bien ella lo ignora… o finge ignorarlo. Aparte de éstos fantasmas del pasado todo es nuevo en la vida de Kumiko, tal y como ella deseaba. Solo que a sus dos nuevas amigas, Katou Hazuki y Kawashima Sapphire (que aunque nadie lo hace prefiere que la llamen Midori) les gustan tanto los instrumentos musicales que deciden entrar a formar parte de la banda del instituto, arrastrando por inercia a Kumiko, que no tenía pensado volver a formar parte de una banda musical. Y así Kumiko vuelve a tocar el Eufonio, Hazuki se enamora de la tuba y Sapphire elige el contrabajo; y como el destino tiene caminos inescrutables a la banda también se unen Reina con la trompeta y Shuichi con el trombón, amén de varios miembros de primer año.
Lo que empieza siendo una actividad puramente recreativa, diversión y poco más, pronto adquiere tintes serios cuando el nuevo profesor de música rehúsa darles ninguna clase hasta que el nivel general no sea lo bastante bueno. Su voz es suave y amable pero su decisión, firme. Probablemente ésta sea la primera sorpresa real de Hibike! Euphonium, que deja tan descolocados a los espectadores como a los jóvenes músicos que se miran unos a otros, confusos. A todos les pareció entretenido entrar en la banda de música del instituto pero de pronto se encuentran con un maestro que les exije mucho más de lo que en principio estaban dispuestos a dar, obligándoles a decidir hasta qué punto quieren entregarse a sus instrumentos, hasta qué punto desean competir a escala nacional, tal y como ellos mismos decidieron (a la ligera, todo hay que decirlo). Aún detestándo a su profesor por su falta de tacto, los jóvenes elijen esforzarse y dedicarle tiempo y energía a la banda. Personalmente encontré egoísta y poco ética la actitud del joven maestro, que pone la música por encima de sus alumnos -a quienes, desde mi punto de vista, nunca consideró como tal- pero dicha actitud despierta el deseo real de los chicos por integrarse en la orquesta. Con esfuerzo, práctica y sacrificio todos mejoran lo suficiente para que el maestro les honre con sus clases. Pero entonces surge el siguiente elemento que provoca tensión en el heterogéneo grupo: son demasiados para los oficialmente permitidos para competir, de modo que hay que hacer exclusiones. El maestro, en su tendencia a hacer las cosas de forma poco ortodoxa (ésta sí que me pareció una decisión correcta y justa), opta por no seguir las normas de antigüedad y así elegir a los integrantes de la orquesta que irá a las competiciones por su valía, por su talento musical.
Después de haberse esforzado tanto, de hacerse a la idea de llegar hasta el final, nadie quiere quedarse fuera de la banda. Tensiones, envidias, chismorreos de instituto… todo se pone sobre la mesa en ésta historia tan certera como sustanciosa sobre la esencia adolescente. Hay veneno, malos pensamientos, pero también inocencia y dignidad.
(Sigue en spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Quizás alguien de primer año tiene una virtud excepcional con su instrumento, pero quizás a una veterana en su último año solo le queda esa última oportunidad, y quizás esa veterana aún con su talento tuvo que sacrificarse cuando era una novata por alguien mayor. Hay elementos ambiguos en Hibike! Euphonium, momentos en los que no sabes qué es lo correcto. Romper con lo establecido y crear nuevas normas, aunque sean objetivamente más justas que las antiguas, siempre acaban haciendo daño a alguien, y quizás ese alguien sea una buena persona y no se lo merezca.
Hibike! Euphonium es un anime especial, con una protagonista excepcional y muchos personajes psicológicamente muy bien dibujados, cosa que me encanta descubrir. Me asombró el sentirme tan identificada con Kumiko, y es que es complicado percibir esa conexión (más profunda que una mera empatía) con personajes japoneses. En plena adolescencia y aún dentro de la confusión propia de esa edad ella siente la necesidad de expresarse por sí misma, de hacer cosas porque sí, porque le apetece, aunque los demás no la entiendan. Preserva la inocencia de su niñez, pero en su comportamiento ya se puede ver un brillo rebelde y, sobre todo, una creciente picardía. Las escenas que comparte con Kousaka Reina son sencillamente deliciosas, tan intensas y sustanciales que a veces rozan lo erótico. Gotas de oro que aportan a Hibike! Euphonium una madurez muy bella. Nada que ver con la imagen de comedia sencilla que yo tenía de éste anime.
Antes he dicho que Hibike! Euphonium es especial, y no a la ligera; es especial porque tiene una cualidad que ahora mismo no recuerdo haber visto antes en ninguna otra serie: ensalza la individualidad. Unos cuantos animes o un libro de Haruki Murakami es suficiente para saber que los japoneses son una raza peculiar que se sienten incómodos al destacar en algo que no les reporte beneficio tangible, por tradición buscan mimetizarse con su entorno, cosa que compensan con una actitud solipsista; una tendencia que consideré casi preocupante al leer Underground. Hibike! Euphonium en cambio presenta personajes que buscan precisamente todo lo contrario: ser diferentes. Kumiko, Reina, el profesor de música, y en menor medida otros personajes como Shuichi y Asuka. No tienen miedo a ser ellos mismos y romper con lo establecido si lo consideran justo, aunque eso cree un ambiente de crispación a su alrededor.
A través de ellos Hibike! Euphoniumensalza la singularidad, el desarrollo de la individualidad, y lo hace de un modo magistral al mezclar comedia y drama, sencillez e intensidad. Utiliza como base la música, la creación de una orquesta de instituto, pero si se presta un poco de atención se verá que en realidad proyecta la imagen de un ambiente joven lleno de matices, un mundo de personalidades complejas que chocan unas con otras.
Como una sabrosa tarta Hibike! Euphonium es dulce, pero su toque ácido aporta una nota muy diferente y especial que hace de éste un anime único. Para mí ha sido una sorpresa muy agradable.
Hibike! Euphonium es un anime especial, con una protagonista excepcional y muchos personajes psicológicamente muy bien dibujados, cosa que me encanta descubrir. Me asombró el sentirme tan identificada con Kumiko, y es que es complicado percibir esa conexión (más profunda que una mera empatía) con personajes japoneses. En plena adolescencia y aún dentro de la confusión propia de esa edad ella siente la necesidad de expresarse por sí misma, de hacer cosas porque sí, porque le apetece, aunque los demás no la entiendan. Preserva la inocencia de su niñez, pero en su comportamiento ya se puede ver un brillo rebelde y, sobre todo, una creciente picardía. Las escenas que comparte con Kousaka Reina son sencillamente deliciosas, tan intensas y sustanciales que a veces rozan lo erótico. Gotas de oro que aportan a Hibike! Euphonium una madurez muy bella. Nada que ver con la imagen de comedia sencilla que yo tenía de éste anime.
Antes he dicho que Hibike! Euphonium es especial, y no a la ligera; es especial porque tiene una cualidad que ahora mismo no recuerdo haber visto antes en ninguna otra serie: ensalza la individualidad. Unos cuantos animes o un libro de Haruki Murakami es suficiente para saber que los japoneses son una raza peculiar que se sienten incómodos al destacar en algo que no les reporte beneficio tangible, por tradición buscan mimetizarse con su entorno, cosa que compensan con una actitud solipsista; una tendencia que consideré casi preocupante al leer Underground. Hibike! Euphonium en cambio presenta personajes que buscan precisamente todo lo contrario: ser diferentes. Kumiko, Reina, el profesor de música, y en menor medida otros personajes como Shuichi y Asuka. No tienen miedo a ser ellos mismos y romper con lo establecido si lo consideran justo, aunque eso cree un ambiente de crispación a su alrededor.
A través de ellos Hibike! Euphoniumensalza la singularidad, el desarrollo de la individualidad, y lo hace de un modo magistral al mezclar comedia y drama, sencillez e intensidad. Utiliza como base la música, la creación de una orquesta de instituto, pero si se presta un poco de atención se verá que en realidad proyecta la imagen de un ambiente joven lleno de matices, un mundo de personalidades complejas que chocan unas con otras.
Como una sabrosa tarta Hibike! Euphonium es dulce, pero su toque ácido aporta una nota muy diferente y especial que hace de éste un anime único. Para mí ha sido una sorpresa muy agradable.