Me gustan mucho las películas de viajes en el tiempo, por eso me he decidido a ver Una cuestión de tiempo, y la verdad que no solo a colmado mis expectativas, sino que las ha superado.
Un desconocido para mi, Domhnall Gleeson y la guapa Rachel McAdams tienen una buena química que hace subir el nivel del film.
Que el chaval pueda retroceder en el tiempo a momentos de su vida para enmendar sus errores es algo que a todos nos gustaría poder hacer, y eso hace que la película se ponga interesante.
No es la típica comedia romántica pastelosa, yo diría que es más una comedia-drama sobre el amor entre un padre y un hijo, aparte, eso sí, de una buena historia de amor entre los dos protagonistas.
Tiene esos momentos sensibleros de los que se te pueden escapar unas lágrimas y también momentos de los que esbozas una sonrisa.
En general es entretenida pese a sus casi 2 horas de duración y al final te deja una buena sensación de que has visto una buena película.
Te hace meditar en la vida, en aprovecharla, en ser feliz con lo que se tiene.
Como estaréis intuyendo, os la recomiendo.