Sigo sin poder comprender las buenas críticas de la prensa especializada y de aquellos amantes de las películas de cine independiente que pareciera que tan solo son fanáticos del director y pueden pasar un bodrio por obra maestra sin discusión. Una vez expresada mi tremenda decepción, comentar que tuve muchas expectativas luego de haber visto Mistery Train, aquella película de episodios que es un ícono en el cine independiente y que tiene como principal nexo a Elvis Presley. Lo que vi en Paterson fue lo mismo de siempre en películas de este género en particular: secuencias largas, con poco o nulo dialogo y un protagonista típico. Esta historia del escritor aficionado me pareció vacía y nada interesante, sumamente plana. Lo peor de todo es que este sujeto escribe las peores poesías que se haya podido leer y escuchar, una reverenda mierda, ni si quiera para poder cautivar al público con ese detalle. Lo único que salva la película fue la parte del encuentro del protagonista con un turista japonés y la conversación entre estos intercambiando ideas sobre la poesía. La verdad, un punto y aparte aquella maravillosa escena. Después de eso, sumamente imprescindible, tanto en guion como en todo, aquellos personajes de la esposa optimista, los clientes del bar, el perro y el compañero con problemas son realmente para el olvido.