Lo que al principio parece ser una asquerosa película de serie B sobre videojuegos de pelea, se torna sorprendentemente entretenida gracias a unas batallas decentes y una trama que, a pesar de lo común que resulta, se deja ver. Estimados lectores, cultos cinéfilos, seres humanos en general, si van en búsqueda de una película inteligente sobre futuros distópicos o una película de acción tan memorable como Bloodsport, se lo recomiendo, de antemano, no la vean; en cambio, si no tienen nada que hacer y quieren pasar un momento entretenido, esta mierda es una buena opción, sobre todo si es que has jugado alguna vez Tekken o al menos –como yo– eres de esa época de Games Machines y sabes de la existencia de este juego que atraía grandes masas de adolescentes que gastaban muchas monedas jugando. Creo que lo mejor de todo fue ese extraño atuendo de Christie Monteiro (Kelly Overton) donde se pudo apreciar la mitad de su trasero al descubierto, extraño, sí, porque en ninguna versión del juego aquel personaje nunca usó una vestimenta así.