Pablito Rago, quién hace algún tiempo ha sufrido una indigestión de zanahorias (no las consumió por la boca, según dicen), y el recuperado Carlos Calvo (estuvo algo jodido de salud), formaron una pareja muy propia de aquella época, donde el humor era más bien inocentón, por no decir boludo. Hacía altísimos picos de rating y creo que ni Tinelli con su burdel de atorrantas infartantes pude superarlo. La calidad era dudosa, pero el éxito lo acompañaba. Yo, particularmente, tengo algunos buenos y sanos recuerdos, y aunque no la miraba con frecuencia, de vez en cuando perdía valiosos minutos de mi incipiente vida frente a la TV mirando a estos dos tontuelos haciendo payasadas.
El argumento era bien simple: dos amigos y sus trapisondas, aventuras y desiluciones amorosas, eso es todo. Esta serie, también vió nacer a una futura estrella como la inefable Cris Morena, quién en estos años de sequía creativa ha logrado éxitos insólitos e inexplicables.
La genial canción de Queen que acompañaba la serie era lo mejor; me refiero a "Friends will be friends", que un compañero de secundaria decía que el título de la serie estaba equivocado, ya que la canción significa "Amigos serán amigos" y yo realmente no entendía la estupidez de corrección que esta vaca buchona (nunca me sopló en un examen, y si podía delatarme a los profesores, lo hacía gustoso al tiempo que me decía: ¿y vos por qué no estudiaste?) trataba de decir a los cuatro vientos como si se tratara de la fórmula del elixir de la vida eterna. En fin, que la serie era una bobada, pero que también me trae algunos recuerdos agradables; y si, eran otras épocas, donde Rago había ganado un sólo Oscar actuando medio segundo y donde aun no le había entrado el vicio de introducirse zanahorias en cierto orificio que no es exactamente la boca.