Cualquiera que busque coherencia o cualquier tipo de trama o elemento literario en el largo, debe de ir a otra película, porque aquí (como acostumbra con el Woo americano) nada de nada.

¿Mal filme? Tampoco, pero es peor que Cara a Cara. Ambas tienen el mismo nivel de fantasmadas y locuras, pero en Cara a Cara se exploraban más temáticas (ese cambio de roles) y aquí al no dar NADA de profundidad a los personajes, pues se tiene que tirar del carisma de Travolta (justo ganador, el tipo se lo PASA PIPA haciendo de malo) y de unas escenas de acción que si bien comienzan como vibrantes, si se acaban haciendo repetitivas.

Por otro lado, Christian Slater (que es una de cal y otra de arena) está modo PALO INTERPRETATIVO y sus secuencias con Samantha Mathis, aburren más que entretienen, mientras que Travolta y su equipo consiguen reavivar un poco al filme.

Y es una pena, porque Woo conseguiría un equilibrio entre chorrada entretenida y violencia pura en su próxima película, pero aquí Broken Arrow acaba pidiendo la hora. Sobre todo, reitero, cuando Travolta no está en pantalla.