Dos cosas por adelantado:

1) Se nota que a Smith le gusta agitar y le preocupa la intolerancia religiosa y ciertos sectores. Ya en Dogma se vió y aquí no deja títere con cabeza al respecto.

2) Esto es sin lugar a dudas, la mejor película de Kevin Smith desde Jay and Silent Bob Strike Back. Hablo en serio, tiene las dosis de charlatanería y acción, las coñas burdas y sencillas quedan a un lado y hay un halo de atmósfera malsana que uno de verdad agradece. Se nota que Smith se ha esforzado en intentar ofrecer algo diferente.

Dicho lo cuál, es una película muy competente. Me sobran quizás algunos monólogos de Michael Parks, aunque he de admitir que me siento satisfecho por la parte de acción cañera, además de la crítica tanto al grupo religioso en sí, como a las dudosas decisiones que toman los altos mandos de la policía.

Y es una película que muestra una triste realidad de una manera correcta, sin añadir azúcar o hacer efectismos, va directa. No hay protagonistas (John Goodman no aparece hasta el segundo tramo) claros, lo cuál aunque a priori pueda parecer un error, nos hace dudar de todos los personajes.

Y además no es la clase de película que uno espere sobre como va a acabar. Hay algunas sorpresas.

Y puede que alguna coña (el personaje del sheriff) pudiese haberse evitado, pero le da al filme un empaque más dinámico.

Un filme correcto y decente. Y lo único realmente visionable de Smith en los últimos quince años.