Estamos ante una gran película de carácter académico y hecha con muy buen oficio por un grande del cine como es Steven Spielberg. En mi opinión el film, que ahora nos ocupa, se sustenta, se sostiene de unos pilares que la hacen muy fuerte para sacarla adelante y llegar a muy buen puerto a toda clase de público. El tener a un director, el antaño llamado rey Midas de Hollywood, Spielberg, un maravilloso reparto encabezado por dos rostros excelentes como son Tom Hanks y Meryl Streep, el compositor John Williams, el director de fotografía Janusz Kaminski y el equipo de efectos visuales, la Industrial Light and Magix (ILM), todos ellos hacen del proyecto, de este film, una más que estupenda obra para verse, a poder ser y por primera vez, en una pantalla de cine. Merece toda nuestra atención. Para los que estudien periodismo deberían darle una oportunidad. Dan ganas de entrar a trabajar en un diario de tirada nacional, aunque no sea todo coser y cantar. Tal vez, eso la hace grande, el haberse reunido con tan buenos nombres, que si hubiera habido un director, unos actores y demás añadidos completamente diferentes, el resultado seguro que no hubiera sido tan positivo como el que me he encontrado hoy. Sí, bueno, esto nunca lo sabremos, ¿verdad?. Por lo que sé, he entrado con ganas de verla. Me gusta Spielberg, Hanks, Streep, Bob Odenkirk, Jesse Plemons, Alison Brie... En fin, que he salido del visionado muy contento, me ha encantado y solamente me ha faltado aplaudir al terminar de verla. Tampoco llego a la conclusión de ponerle una matrícula de honor, sería exagerar la cosa, pero la pongo en muy alta estima. Eso sí, los segundos finales del guión escrito a cuatro manos por Liz Hannah y Josh Singer sí que es de diez, más que nada por otro hecho histórico que se muestra. Hecho por el cual se merecería una película propia o bien se podría enlazar con una famosa película estrenada en 1976. Mejor que no digo más, para no espoilear al personal. Mi nota final es de 9/10.