Segunda película de Wong Kar-Wai, "Days of Being Wild" constituye una obra clave en la trayectoria de este excelente director, que tras la más comercial y ortodoxa- pero de ninguna manera mediocre- "As Tears go By" apostó por una historia de amor, forjando un estilo de dirección de un enorme erotismo que se mantiene en todas sus posteriores películas. A pesar del rotundo fracaso comercial de la película, es este un film que merece ser tenido en cuenta, y que encantará a todos los que se enamoraron de "Deseando amar" o "2046", pues es - aunque con menos medios- muy similar a estas en ritmo, desarrollo e incluso banda sonora (no falta esa "Perfidia").

La película nos invita a recorrer escenarios de una enorme belleza plástica, tanto en una representación romántica del Hong Kong de los sesenta como en el enfoque salvaje y fantasioso de las islas Filipinas. Su primera colaboración con Christopher Doyle, director de fotografía que le acompaña siempre, se deja notar en cada secuencia del film, y el acertadísimo uso de los tonos fríos, los planos largos y un guión lleno de elementos poéticos que remiten al cuento de hadas logran dar- con increíble sutileza- un aspecto de exótica irrealidad. Las fabulosas actuaciones de Andy Lau y Maggie Cheung entre otros ayudan a dar a esta película credibilidad, y aquellos que se sintieron decepcionados por la enorme simpleza del argumento de "Deseando amar" y "2046" quizá encuentren en "Days of Being Wild" la historia de amor que buscan.