No cuenta nada que no hayas visto docenas de veces. Un atraco sale mal y el cerebro del robo (Vince Vaughn) se ve perseguido por unos narcotraficantes, otras veces son mafiosos. Por medio hay dinero de policías corruptos, que también se sumarán a la persecución.
El tipo se ve obligado a huir junto a su hija (Hailee Steinfeld) con la que apenas tiene relación. Obviamente la hija es una adolescente rebelde que se relaciona con malas compañías, por haber crecido casi sin padre y con una madre alcohólica. Vamos, la historia de siempre. La escasa novedad viene dada porque sabiéndose perseguido, ha contratado un seguro de vida a nombre de su hija, pero deberá vivir los días suficientes para que el seguro entre en vigor.

Lo más jugoso de este thriller de serie B está en el reparto. Vince Vaughn sigue empeñado en abandonar sus papeles en comedias románticas, siguiendo la estela que marcó el año pasado con "True Detective II" Si allí no lo hizo (sorprendentemente) mal del todo. Aquí tampoco desentona en otro papel dramático como un criminal a la fuga.
Hailee Steinfeld, que sorprendiera al mundo con el remake del 2010 de "Valor de ley" ahora más crecidita, sigue intentando hacerse un hueco entre la nueva hornada de jóvenes promesas llegadas a la meca del cine.
A destacar entre los secundarios a Jonathan Banks ex "Breaking bad" y ahora en "Better call Saul" dando vida a otro delincuente amigo del primero, al que ayuda en su huida.

Poco original, con algunos momentos mejores que otros, no mal interpretada del todo, se merece un cinco raspado.