Cuando un gobierno quiere justificar cualquier acción, lo suele conseguir.

En este caso, ademas de entretener bastante, Secretos de Estado revela una trama real que hasta ahora no había sido demasiado divulgada.

La película esta bien planteada, con un rodaje eficiente y sencillo, sin grandes derroches de tiempo o situaciones que acaban aburriendo al espectador. Las actuaciones están a la altura, destacando como casi siempre la de Ralph Fiennes. Hay veracidad, tensión, dureza y valentia. A quien le interesen los temas políticos de actualidad no quedará defraudado.