Soporífera. Vergonzoso que paguen a alguien por lucir su palmito y que luego vaya de buen actor, su hermano Óscar le da cien mil vueltas como actor. Y ya para colmo Miryam Gallego que no sé a quién pagará o que hará para que la contraten, siempre hablando en susurros, primero Secretos de Estado y ahora esto, por qué nos tortura continuamente. Menos mal que hubo otras buenas actrices como Lola Dueñas y Elvira Minguez, pero no han conseguido salvar la sería. Y por último Juan Diego Botto que no sé que le pasaba, pero parecía como alelado, supongo que era la influencia de Mario Casas y Miryam Gallego, ya que sale en todas las escenas con ellos. Tendré que dejar de ver cualquier serie donde aparece Miryam Gallego, últimamente todas son insufribles.