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Drama
Corporate salesman Steve Butler (Matt Damon) arrives in a rural town with his sales partner, Sue Thomason (Frances McDormand). With the town having been hit hard by the economic decline of recent years, the two outsiders see the local citizens as likely to accept their company's offer, for drilling rights to their properties, as much-needed relief. What seems like an easy job for the duo becomes complicated by the objection of a ... [+]
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- es
April 28, 2013
1 of 1 users found this review helpful
Me ha gustado el acompañar durante la película al protagonista en el retrato que se hace de la sociedad rural de América de nuestros días. Supongo que es un punto de vista con ocasión de... y que hay mucha historia que contar. Matt Damon lo hace bastante bien, se me hace hasta irreconocible de lo que se confunde con el personaje y no se hace nada larga a pesar de que no es un tema que me apasione. Es más: me exaspera ese modo de vida que me cuesta mucho de entender. Pero creo que vale la pena el verla y no es porque termine de una u otra forma y explico el porqué
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Spoiler:
Es la historia de un caso de objeción de conciencia a la americana. Cuesta un mucho entender el como llevan a cabo en la práctica el posicionarse de forma ideológica en un mundo en el que no hay espacio para ello. No discuto de que exista mucha libertad y tal pero en el tema de los derechos civiles están a medio camino hacia ninguna parte y a nuestros europeos ojos pareciera que les faltara un hervor. Los problemas políticos no existen porque no son públicos y no son públicos porque no existen más allá de lo que no queda más remedio que exista. Y lo irremediable siempre tiene que ver con la economía y/o la seguridad nacional.
La justa medida de la credibilidad y coherencia de ese sistema que los sustenta la da la forma en que resuelven sus conflictos internos: siempre los saldan aduciendo a que la causa se debe a la enajenación de alguien a título personal como lobo solitario y utilizan la misma excusa de forma ostentosa sin pudor ni vergüenza ninguna las veces que sean de menester mientras en la vieja Europa andamos todos arrebatados por la quintaesencia de la razón política de todo.
Personalmente pienso que "ni tanto ni tan poco" .
Al protagonista en el fondo le da igual engañar a sus compatriotas a favor de una multinacional de la extracción de gas porque está en el convencimiento de que los redime de una suerte muy injusta: la crisis les hace la vida muy difícil a los pequeños y medianos granjeros de la América profunda y de esta forma les ofrece una salida que es una especie de huida hacia ninguna parte porque los desarraiga. Pero en la historia personal del protagonista eso se ha vivido hasta el momento como una especie de liberación y las otras consecuencias le parecen cosas menores que sólo son cuestión de tiempo el poner en su sitio, Lo importante es escapar de la miseria.
El problema surge cuando en la compañía se plantean el ir con él un poco más allá y ofrecerle un puesto de mucha más responsabilidad. Es cuando el hombre siente que no está en su lugar, cuando le embargan las dudas y se plantea ir en una u otra dirección. En el fondo no tenía ninguna intención de llegar más lejos en el desarrollo de su oficio. Y es por eso que se le presenta una ocasión de oro para desentenderse y obra en consecuencia, quedandose bastante aliviado por ello. No he dejado de pensar que la mujer que pretende como pareja, Alice, tiene un patrimonio más que importante en acres de terrenos futuribles como explotación de gas y que el protagonista de tonto no tiene ni un pelo. Sólo con ese apaño en la película ya se arregla el problema que pudiera tener el espectador americano para ponerse en la piel del protagonista: liándose con la ignorante chica, sabedor del yacimiento de la que es propietaria, se forra y todos felices.
Puestos a vivir algún tipo de conflicto interno nos podemos fijar en la otra protagonista, su compañera laboral, al borde continuamente del colapso nervioso por tener un importante cargo de conciencia al tener que ir engañando a los lugareños, pero convencida de que no se puede permitir el lujo de desaprovechar una oportunidad laboral en la gran ciudad como esa gracias al chivatazo y posterior ascenso. Se trata de una mujer sola, con un hijo a cargo y además de una edad avanzada. Y la mujer tiene que apechugar con ello y lo hace. Y el espectador americano lo entiende también la mar de bien.
La justa medida de la credibilidad y coherencia de ese sistema que los sustenta la da la forma en que resuelven sus conflictos internos: siempre los saldan aduciendo a que la causa se debe a la enajenación de alguien a título personal como lobo solitario y utilizan la misma excusa de forma ostentosa sin pudor ni vergüenza ninguna las veces que sean de menester mientras en la vieja Europa andamos todos arrebatados por la quintaesencia de la razón política de todo.
Personalmente pienso que "ni tanto ni tan poco" .
Al protagonista en el fondo le da igual engañar a sus compatriotas a favor de una multinacional de la extracción de gas porque está en el convencimiento de que los redime de una suerte muy injusta: la crisis les hace la vida muy difícil a los pequeños y medianos granjeros de la América profunda y de esta forma les ofrece una salida que es una especie de huida hacia ninguna parte porque los desarraiga. Pero en la historia personal del protagonista eso se ha vivido hasta el momento como una especie de liberación y las otras consecuencias le parecen cosas menores que sólo son cuestión de tiempo el poner en su sitio, Lo importante es escapar de la miseria.
El problema surge cuando en la compañía se plantean el ir con él un poco más allá y ofrecerle un puesto de mucha más responsabilidad. Es cuando el hombre siente que no está en su lugar, cuando le embargan las dudas y se plantea ir en una u otra dirección. En el fondo no tenía ninguna intención de llegar más lejos en el desarrollo de su oficio. Y es por eso que se le presenta una ocasión de oro para desentenderse y obra en consecuencia, quedandose bastante aliviado por ello. No he dejado de pensar que la mujer que pretende como pareja, Alice, tiene un patrimonio más que importante en acres de terrenos futuribles como explotación de gas y que el protagonista de tonto no tiene ni un pelo. Sólo con ese apaño en la película ya se arregla el problema que pudiera tener el espectador americano para ponerse en la piel del protagonista: liándose con la ignorante chica, sabedor del yacimiento de la que es propietaria, se forra y todos felices.
Puestos a vivir algún tipo de conflicto interno nos podemos fijar en la otra protagonista, su compañera laboral, al borde continuamente del colapso nervioso por tener un importante cargo de conciencia al tener que ir engañando a los lugareños, pero convencida de que no se puede permitir el lujo de desaprovechar una oportunidad laboral en la gran ciudad como esa gracias al chivatazo y posterior ascenso. Se trata de una mujer sola, con un hijo a cargo y además de una edad avanzada. Y la mujer tiene que apechugar con ello y lo hace. Y el espectador americano lo entiende también la mar de bien.