Obviamente no es una maravilla, eso está claro. El espectador sabe lo que va a ver: una película americana, comercial, predecible, probablemente vacía pero que te hace pasar el rato. Y es justo esa la función que cumple Warm Bodies: Entreneter. Sin más.

Cuando vi el cartel pensé: genial, una americanada de adolescentes, tan absurda que es graciosa. Pero al ver el tráiler se me quitaron las ganas de verla: Pretendían ser graciosos y la verdad es que no lo eran para nada.

Al final fui a verla, ya con la idea de que iba a ser una basura, pero resultó no estar nada mal. Tiene sus cosillas graciosas, y aunque el principio sea un poco lento, luego va cogiendo ritmo y se hace bastante más entretenida, aunque no sea ninguna novedad.
Eso sí, tiene mil fallos, pasan por alto un montón de cosas y algunas situaciones son de lo más absurdas, pero en fin, vamos a excusarla con eso de “Es una película”.

Por sacarle alguna especie de moraleja o reflexión a la película diré que igual tiene algo que ver con la integración social, más que con el amor. Pero bueno, tampoco creo que tuvieran ninguna intención de hacer pensar a la gente con esta película.

Lo mejor: La música y que sueltas alguna risa.
Lo peor: El frustrado intento de originalidad y los incontables fallos de guión.