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Maldito Bastardo rating:
1
5.3
20,921
Action. Thriller
When a korean terrorist mastermind kidnaps the President of the United States Asher (Aaron Eckhart) and holds the White House hostage, disgraced former Secret Service agent Mike Banning (Gerard Butler) finds himself trapped within the building. While the national security team attempts to respond, it’s up to Mike to use his experience and inside knowledge to help the security team take back the White House, rescue the President and take ... [+]
Language of the review:
- es
May 13, 2013
159 of 253 users found this review helpful
Tres (pequeñas) puntualizaciones a argumentos de ‘goma de mascar’:
||—» Es muy espectacular y explosiva ¡Jopelines, qué malos son los terroristas! ¡Cómo han dejado la Casa Blanca!
Perdonad, pero si las protagonistas de “Spring Breakers” hubieran dado una party en la White House hubieran conseguido lo mismo en la mitad de tiempo y con mejores resultados. ¡Al menos para nuestros ojos y entrepierna! ¡Y sabéis que es verdad!
||—» Es cine de palomitas/entretenimiento y es para pasar el rato.
Perdonad, ¿leéis ‘Mein Kampf’, ‘El negro, una bestia’ y ‘La Biblia Satánica’ para pasar el rato y entreteneros? ¿Coméis palomitas entre página y página? Yo sí y solo para reírme… al igual que la única opción para poder disfrutar de esta película. ¿Habéis imaginado la versión española? ¿Rajoy secuestrado en el búnker secreto de La Moncloa por un grupo radical y terrorista de independentistas catalanes, que amenaza con convertir España en Silent Hill, y que debe ser salvado por Torrente con la camiseta del atleti y una bandera de España por capa? Esto es lo que hay… y aquello que es “Objetivo: La Casa Blanca”: un chiste que parece la segunda parte con actores de carne y hueso de “Team America World Police”. Diría que es incluso más divertida que la que la película de Trey Parker y Matt Stone y cuyo índice de fantasmadas, inverisimilitudes y continuado chorreo de hilarantes instantes para el recuerdo convierte a “Independence Day” y “G.I. Joe: La venganza” en películas de los Dardenne.
||—» No es cine para pensar, maldito bastardo.
¡Ni que lo digas! ¡No es cine para pensar: es para destruir tu cerebro! Dejando apartada su pornográfica ideológica cercana al pensamiento único versión barras-y-estrellas, “Objetivo: La Casa Blanca” es una de las películas más estúpidas de los últimos años (en spoiler el destripe):
||—» Es muy espectacular y explosiva ¡Jopelines, qué malos son los terroristas! ¡Cómo han dejado la Casa Blanca!
Perdonad, pero si las protagonistas de “Spring Breakers” hubieran dado una party en la White House hubieran conseguido lo mismo en la mitad de tiempo y con mejores resultados. ¡Al menos para nuestros ojos y entrepierna! ¡Y sabéis que es verdad!
||—» Es cine de palomitas/entretenimiento y es para pasar el rato.
Perdonad, ¿leéis ‘Mein Kampf’, ‘El negro, una bestia’ y ‘La Biblia Satánica’ para pasar el rato y entreteneros? ¿Coméis palomitas entre página y página? Yo sí y solo para reírme… al igual que la única opción para poder disfrutar de esta película. ¿Habéis imaginado la versión española? ¿Rajoy secuestrado en el búnker secreto de La Moncloa por un grupo radical y terrorista de independentistas catalanes, que amenaza con convertir España en Silent Hill, y que debe ser salvado por Torrente con la camiseta del atleti y una bandera de España por capa? Esto es lo que hay… y aquello que es “Objetivo: La Casa Blanca”: un chiste que parece la segunda parte con actores de carne y hueso de “Team America World Police”. Diría que es incluso más divertida que la que la película de Trey Parker y Matt Stone y cuyo índice de fantasmadas, inverisimilitudes y continuado chorreo de hilarantes instantes para el recuerdo convierte a “Independence Day” y “G.I. Joe: La venganza” en películas de los Dardenne.
||—» No es cine para pensar, maldito bastardo.
¡Ni que lo digas! ¡No es cine para pensar: es para destruir tu cerebro! Dejando apartada su pornográfica ideológica cercana al pensamiento único versión barras-y-estrellas, “Objetivo: La Casa Blanca” es una de las películas más estúpidas de los últimos años (en spoiler el destripe):
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
¿Por qué los malos tienen balas que ya quisiera Tony Stark y los buenos no acertarían ni disparando a bocajarro a Falete? ¿Le enseñaron en el entrenamiento a los buenos a cubrirse cuando les disparan o son simplemente estúpidos y les encanta correr hacía el fuego enemigo? ¿O son masillas de los Power Rangers? ¿Son tan incompetentes que tiene que llegar un agente despedido y supuestamente inútil a hacer todo (y digo TODO) su trabajo? ¿Los aviones-tuneados-terroristas llegan tan fácilmente a la Casa Blanca sin ser derribados? Jopelines Bin Laden, te acaban de dejar como un auténtico gilicolas… ¿Un grupo de terroristas a pie va más rápido que un helicóptero? Ah, que EEUU era la tierra de los sueños... Pero ¿cómo es posible que sea tan lento e inútil el ejército de los EEUU? ¿El control de mando es fan de ‘Sálvame Deluxe’ y les encanta montar pollos en los gabinetes de crisis? ¿Sabrían los guionistas que un misil balístico intercontinental debe estar armado con códigos de lanzamiento y que los terroristas nunca tuvieron los mismos, por lo que EEUU nunca estuvo realmente en peligro en esta película? ¿Estuvo nuestro cerebro en peligro? Al parecer sí…
Entre que el presidente de los EEUU también es estúpido y lo normal es que él mismo hubiera solicitado su erradicación para salvar el país o la cabeza de mando de EEUU hubiera decido ‘sacrificarle’, descubrimos que montan un pedazo-pollo para conseguir unos códigos de un programa secreto… ¡Y van y se los dan! ¡Y por orden del propio presidente! Ese mismo que decía que no negociaba con terroristas… Bueno, todos los códigos no… Todos, menos el del presidente… claro. ¡Y vemos que NO lo necesitan! Y, entonces, ¿pa’ qué tanto rollo con encontrar a su hijo? Luego tenemos que una hacker asiática y un comando de terroristas con armamento militar comprado del mercadillo y tuneado en un episodio de “El equipo A” deja como una panda de incompetentes a todo el gobierno de EEUU. En la Casa Blanca tienen un arma súper-secreta que no conoce nadie… y llegan los terroristas y la aprenden a utilizar en diez minutos. ¡Diez minutos!
Pero lo mejor es la moraleja de la historia: un vengativo, asesino y torturador —pero héroe, al fin y al cabo, con un útil cursillo de enfermería y vendajes presidenciales— defiende los valores de la democracia frente al ¿comunismo? ejecutando a seres humanos (y no en defensa propia) sin juicio y al final le ponen una medallita y recupera su trabajo. Solo faltaba que también le hubieran dado el Premio Nobel de la Paz y hubieran conseguido resucitar a la esposa fallecida del presidente y a todos los caídos en el asalto con las bolas de Dragón. Ya que nos ponemos… ¡con dos cojones, oigan!
Y, por favor, en los títulos de crédito no se olviden de cantar todos juntos: ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡Qué Dios bendiga América! ¡ESO! Qué DIOS bendiga también nuestro cerebro… porque está película quiere erradicarlo por completo junto al precio de la entrada.
Entre que el presidente de los EEUU también es estúpido y lo normal es que él mismo hubiera solicitado su erradicación para salvar el país o la cabeza de mando de EEUU hubiera decido ‘sacrificarle’, descubrimos que montan un pedazo-pollo para conseguir unos códigos de un programa secreto… ¡Y van y se los dan! ¡Y por orden del propio presidente! Ese mismo que decía que no negociaba con terroristas… Bueno, todos los códigos no… Todos, menos el del presidente… claro. ¡Y vemos que NO lo necesitan! Y, entonces, ¿pa’ qué tanto rollo con encontrar a su hijo? Luego tenemos que una hacker asiática y un comando de terroristas con armamento militar comprado del mercadillo y tuneado en un episodio de “El equipo A” deja como una panda de incompetentes a todo el gobierno de EEUU. En la Casa Blanca tienen un arma súper-secreta que no conoce nadie… y llegan los terroristas y la aprenden a utilizar en diez minutos. ¡Diez minutos!
Pero lo mejor es la moraleja de la historia: un vengativo, asesino y torturador —pero héroe, al fin y al cabo, con un útil cursillo de enfermería y vendajes presidenciales— defiende los valores de la democracia frente al ¿comunismo? ejecutando a seres humanos (y no en defensa propia) sin juicio y al final le ponen una medallita y recupera su trabajo. Solo faltaba que también le hubieran dado el Premio Nobel de la Paz y hubieran conseguido resucitar a la esposa fallecida del presidente y a todos los caídos en el asalto con las bolas de Dragón. Ya que nos ponemos… ¡con dos cojones, oigan!
Y, por favor, en los títulos de crédito no se olviden de cantar todos juntos: ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡Qué Dios bendiga América! ¡ESO! Qué DIOS bendiga también nuestro cerebro… porque está película quiere erradicarlo por completo junto al precio de la entrada.