Episodio doble y piloto por (zoz)obra y (des)gracia de Jaume Collet-Serra de esta producción para el últimamente gafe de Steven Spielberg (“Falling Skies”, “Terra Nova” y ya veremos “Smash” si hace honor a su nombre). «Hay magia ahí fuera» se convierte en la frase-motor que nos adentra en la misteriosa desaparición en el corazón del Amazonas de un famoso presentador y explorador que se evapora en extrañas circunstancias (y no para evitar al fisco). Su familia, siempre partícipe de sus peripecias en el pasado, decide partir para buscarle aunque tendrá que utilizar a un equipo de televisión y programa, donde trabajaba el esfumado y dado por muerto, que documentará todo en plan reality. Obviamente cuando llegan allí descubren que esa ‘magia’ realmente era auténtica. ¡Hay magia ahí fuera…! ¡Y Juan Tamariz no está de gira por El Amazonas!

Sí, mucha magia pero pocos polvos. “The River” parece poner todo el misticismo, leyendas paranormales, ocultismo y ‘chamanería’ autóctona en el asador. Fanstasmas vampiros y muñecas bratz asesinas parecen ser los terribles enemigos a los que se tendrán que enfrentar en el doble episodio que ha dirigido el director de “La huérfana” y “La casa de cera”. El piloto desvela un popurrí amazónico de “Holocausto caníbal”, “El proyecto de la bruja de Blair”, la propia creación diabólica y taquillera de Oren Peli y con la versión ‘barco’ de un cruce de ‘Supervivientes’ con ‘Gran Hermano’. No sé, que en la expedición estuvieran Paquirrín o que le dijeran a Sonia Monroy que va a ser aniquilada por un ectoplasma latin King y que, por lo tanto, no va a llegar a la final podría ser brutalmente terrorífico… Pero, ¿¡esto!? El bodrio de “Anaconda” con esa Jennifer López sin maquillaje sí que daba miedo.

Esto es simplemente una sucesión con los peores tics de “Paranormal Activity” y la telerrealidad bajo la tensión de los más lamentables sustos vistos en tiempo. Entender este piloto de “The River” como una parodia sería interesante… Su problema es que no lo es… ¡Corran antes de ahogarse con este río aterrador (en el peor sentido de la palabra)!