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Miguel Emegé rating:
6
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- es
May 29, 2013
4 of 5 users found this review helpful
Stoker condensa todas sus inquietudes en la primera escena, expuestas en voice-over por India. Aunque no nos demos cuenta hasta la última, cuando el rojo de las flores revela su verdadera causa y el intenso amarillo de la línea divisoria de la carretera agita el recuerdo inmediato de los créditos iniciales:
"Mis oídos oyen lo que otros no pueden oír. Pequeñas cosas muy lejanas que la gente normalmente no puede ver son visibles para mí. Estos sentidos son fruto de una vida de deseo. Deseo de ser rescatada, de ser completada. Igual que la falda necesita del viento para inflarse, yo no estoy formada por cosas que son solo mías. Llevo el cinturón de mi padre atado sobre la blusa de mi madre, y zapatos regalo de mi tío. Esto soy yo. Igual que una flor no elige su color, no somos responsables de en qué nos terminamos convirtiendo. Solo cuando te das cuenta de esto eres libre. Y ser un adulto es ser libre".
La cita puede sonar a poesía vacua, hasta que el guión termina por destapar sus correspondencias macabras. Solo los tres elementos de vestuario (cinturón, zapatos y blusa) que India menciona son ya un símbolo muy potente del cogollo de lo que es Stoker.
"Mis oídos oyen lo que otros no pueden oír. Pequeñas cosas muy lejanas que la gente normalmente no puede ver son visibles para mí. Estos sentidos son fruto de una vida de deseo. Deseo de ser rescatada, de ser completada. Igual que la falda necesita del viento para inflarse, yo no estoy formada por cosas que son solo mías. Llevo el cinturón de mi padre atado sobre la blusa de mi madre, y zapatos regalo de mi tío. Esto soy yo. Igual que una flor no elige su color, no somos responsables de en qué nos terminamos convirtiendo. Solo cuando te das cuenta de esto eres libre. Y ser un adulto es ser libre".
La cita puede sonar a poesía vacua, hasta que el guión termina por destapar sus correspondencias macabras. Solo los tres elementos de vestuario (cinturón, zapatos y blusa) que India menciona son ya un símbolo muy potente del cogollo de lo que es Stoker.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
El cinturón es control, límites, orden. El recuerdo del padre de India y sus esfuerzos por mantener como un tesoro su inocencia. Igual que la escopeta con la que ambos solían cazar: "A veces hay que hacer algo malo para evitar hacer algo peor". El cinturón ata a India a la bondad de su padre, en lugar de dejarla libre y expuesta a su propia oscuridad. Hasta que el tío Charlie lo desata y lo convierte en arma homicida.
Los zapatos son un recuerdo del paso de la niñez. La escena en la que India se tumba en su cama, rodeada de las cajas de los pares de zapatos que su padre le regalaba cada cumpleaños, expone en una imagen muy lírica la tristeza por la pérdida. Hasta que el giro argumental retuerce su significado, desvelando que era el tío Charlie quien se los enviaba. Y que al cumplir los dieciocho su regalo es la condición de adulta: los tacones que rompen con las acostumbradas deportivas. Los tacones liberan el lado sombrío de India, compartido con el tío Charlie, que su padre se había encargado de contener. Terminan de romper la inocencia.
La blusa añade la feminidad. La huella que ha dejado en ella su madre, la frágil y (auto)abandonada Nicole Kidman. El único lazo de amor capaz de hacer que India acabe con el tío Charlie y en parte, solo en parte, mantenga en su superficie una bondad que él no tenía.
Todo esto confluye en el personaje de Mia Wasikowska. El germen psicópata que el tío Charlie calculadamente hace aflorar frente a los esfuerzos de su padre por mantenerlo bajo tierra. La pugna de los dos hombres por ponerla "en sus zapatos", para que al final ella sola le dé su propia unidad a sus capas. El resultado no está muy claro. Si lo que nace es una nueva asesina, o una chica que en el fondo guarda un buen corazón.
[Texto original de revolverdeblake.blogspot.com]
Los zapatos son un recuerdo del paso de la niñez. La escena en la que India se tumba en su cama, rodeada de las cajas de los pares de zapatos que su padre le regalaba cada cumpleaños, expone en una imagen muy lírica la tristeza por la pérdida. Hasta que el giro argumental retuerce su significado, desvelando que era el tío Charlie quien se los enviaba. Y que al cumplir los dieciocho su regalo es la condición de adulta: los tacones que rompen con las acostumbradas deportivas. Los tacones liberan el lado sombrío de India, compartido con el tío Charlie, que su padre se había encargado de contener. Terminan de romper la inocencia.
La blusa añade la feminidad. La huella que ha dejado en ella su madre, la frágil y (auto)abandonada Nicole Kidman. El único lazo de amor capaz de hacer que India acabe con el tío Charlie y en parte, solo en parte, mantenga en su superficie una bondad que él no tenía.
Todo esto confluye en el personaje de Mia Wasikowska. El germen psicópata que el tío Charlie calculadamente hace aflorar frente a los esfuerzos de su padre por mantenerlo bajo tierra. La pugna de los dos hombres por ponerla "en sus zapatos", para que al final ella sola le dé su propia unidad a sus capas. El resultado no está muy claro. Si lo que nace es una nueva asesina, o una chica que en el fondo guarda un buen corazón.
[Texto original de revolverdeblake.blogspot.com]