Click here to copy URL
Lemmytico rating:
7
6.6
3,119
Documentary A Rolling Stones documentary that focuses on the two concerts from the group's current "A Bigger Bang" tour as well as historical and contemporary behind-the-scenes footage and interviews. A recent concert in Austin, Texas, was also filmed. Scorsese filmed the Rolling Stones for two nights at New York City's Beacon Theater on October 29 and November 1, 2006. Footage from the shows will be intercut with backstage footage, historical ... [+]
Language of the review:
  • es
September 13, 2010
5 of 6 users found this review helpful
Leo bastantes críticas de este más que buen documental y como de costumbre no doy crédito a la capacidad de la gente para no ver más allá de sus narices. Corto y pego lo que escribí en su día en un foro:

Bajo mi punto de vista la peli es maravillosa, pero tiene un sentido que hay que pillarle.

Yo creo que Scorsese simplemente ha querido mostrar dos cosas. Una, un concierto de los Stones tal y como ve un espectador, que además es él. Dos, la personalidad de cada uno de los cuatro Stones y como su conjunción hace el grupo. Desde ese punto de vista los minutos del principio están plenamente justificados. Ahí vemos a Marty inmerso en plena preproducción, como se choca con el monstruo burocrático-empresarial que son los Stones hoy día, la mezcla de planificación y caos que arrastran. Con cuatro brochazos ya te sitúa a los cuatro Stones: la profesionalidad y arrogancia de Mick, la sobriedad de Charlie, el espíritu juvenil y golfo, pero un tanto inocentón, de Keef y Ronnie. Me encanta como muestra que, pese a toda la leyenda no dejan de ser cuatro tipos, con sus virtudes y defectos, inmersos en una locura mastodóntica. La parte de los Stones saludando a los Clinton y demás famosetes me parece significativísima al respecto.

Pero luego... Hasta el momento antes del concierto Marty está nervioso por la filmación, pero en cuanto suena el primer acorde se acaba todo. Se sumerge en el concierto y nos lo muestra como un aficionado lo ve. Es como decir, cuando se meten en el escenario lo demás se olvida, algo que luego explicita en una de las entrevistas (la de Keef durante "Connection"). Al igual que un aficionado, empieza el concierto mirando a todos alternativamente, tratando de oir la aportación de cada uno (de ahí que cada vez que enfoca a uno suba el volumen de su instrumento, como cuando en un concierto tratas de afinar el oido para escuchar la guitarra o el bajo). Luego se va asentando tu mirada y te fijas en el grupo en conjunto, para volver a la sensación eufórica al final.

Y por supuesto, entre canción y canción a uno se le suele venir a la cabeza muchos recuerdos asociados al grupo. En la peli, ese es el lugar que ocupan las entrevistas antiguas. Marty recuerda entre tema y tema los años mozos de ambos, y las compara con lo que está viendo, como hacemos todos: en algunas cosas no han cambiado nada, en otras como hemos cambiado. Por eso las entrevistas están tan dispersas y parecen tener poco sentido a priori. Una prueba de lo que digo me parece el detalle de meter una entrevista a mitad de "Connection", dejando la interpretación de fondo. ¿No os ha pasado en conciertos que a mitad de una canción os asaltan pensamientos sobre el músico en cuestión y no atendeis a lo que está tocando en ese momento? Pues eso.

Y luego, acaba el concierto y vuelve la locura, el Show bussiness, el preocuparse de que todo salga perfecto. Mi conclusión: a pesar de todo, los Stones siempre te alumbran y deslumbran: "Shine a light".
Lemmytico
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow