August 19, 2008
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La Divina Greta que combinaba tan bien la pasión y la frialdad, recostada y de pie se comía del todo a un John Gilbert que ni siquiera intentaba besar a la musa ya que era besado como blancanieves. La pasión de la Garbo, la luz de sus facciones tanto en la oscuridad como en la nieve llena toda la película. ¿Pero en aquel tiempo no estaban prohibidos esos besos en el cine?, yo pensaba que sí...por que hoy en día pocas actrices besan como la Garbo o beben de manera sacrílega de un cáliz con esa mirada lasciva. En fin, una película fascinante en el tiempo, una Garbo bellísima con imagen de vampiresa. Lo peor...los decorados de exteriores...eran los años 20.
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