Un viaje a los infiernos de las civilizaciones, un viaje a lo peor de uno mismo, como Dante en su periplo, bajamos a los infiernos de la humanidad, que a la vez refleja, atemporalmente y dualmente los infiernos del ser humano, nuestras miserias y nuestros miedos, cómo nos autodestruímos como concepto y como comunidad... Una doble oportunidad de ver la lucha de la civilización, el progreso y la deturpación de los valores y conocimientos. Visualmente pobre, aunque bella en intención, fotografía austera, los 'travellings' y panorámicas llenan de luz y sombras las miserias de uno mismo. Blanco o negro, bien y mal, ciencia o religión, conocimiento o ignorancia.. dicotomía expresada en la madurez o la juventud del protagonista, que con la doble posibilidad el guión nos mezcla en un viaje espacio-temporal paralelo. Un guión que no gana ritmo hasta la segunda parte del film, que no coloca los tempos en su justa medida ni llega a profundizar en los personajes hasta bien entrado el metraje.