A pesar del éxito que obtuvo, el libro ya era y es bastante infumable. Con todo, la adaptación cinematográfica, como suele suceder, es mucho peor. No solo por una historia que se reparte y derrama por demasiados personajes con un exceso de actitudes y relaciones cruzadas, sino también por la recreación del relato, concebido como un inmenso y desconcertante collage. Es lo peor, el juego de secuencias extremadamente cortas y ligeras (casi como anuncios) que pretenden dinamismo y sólo consiguen apabullar más a un espectador al que se le presentan infinidad tramas y roles erráticos en detrimento de la historia principal de la escritora, quizá la de más enjundia e interés, que se pierde en los continuos bandazos de escenarios, subtramas y temas. Sin duda a la historia le falta mucha poda y a la película le sobra estrés.