Antes de “Tú a Boston y yo a California” (https://www.filmaffinity.com/es/user/rating/559502/104626.html), David Swift dirigió esta simpática comedia, sobre una alegre niña que revoluciona a todo un pueblo precisamente por ese contento desbordante que tan bien supo interpretar Hayley Mills siendo prácticamente una niña con catorce añitos y una gracia natural para captar la cámara y que la cosa saliera bien, siempre con sus sorprendentes ojos azulísimos y una nariz graciosa. Fue una producción Walt Disney, la primera marca de las seis películas con la británica Mills para la productora.

El guión del propio Swift fue adaptación de la novela homónima de Eleanor H. Porter de 1913, un libreto que cuenta de forma simpática la llegada de la huérfana Pollyanna que va a vivir con su estricta, estirada y muy rica tía, en la pequeña ciudad de Harrington. El guión conduce el film por derroteros diversos y divertidos y cuenta con un elenco de calidad en cual, además de Hayley Mills, figuran actores y actrices como Jane Wyman como la severa tía Polly, Kevin Corcoran en el papel del huérfano Bean, Richard Egan, exnovio de la tía Polly, Karl Malden –nada menos- como el reverendo Ford o Agnes Moorehead como la hipocondríaca Sra. Snow. Todos muy bien.

Creo decididamente que las películas tienen que ver con el estado de ánimo con que las vimos y muy principalmente, con la edad con que las disfrutamos. Yo la vi siendo muy niño, un niño feliz que iba contento al cine, lo cual que hablar de Pollyanna me hace sentir más joven y me devuelve a aquellos tiempos radiantes de la niñez, en mi caso una niñez en el campo y viviendo en un mundo y una sociedad que se me antoja más humana que la actual. A todo ello se une que la cinta es bien simpática y entrañable, aunque algunos la tilden de cursi. Pues muy bien, hay cursiladas muy agradables.