Western italiano dirigido por Giulio Petroni, con guion de Luciano Vinzenzoni, muy bien construido y los ingredientes esenciales del subgénero espagueti western.

Al comienzo, unos pistoleros incursionan en una casa disparando a diestro y siniestro. Un niño presencia cómo matan a su familia y se queda con la cara o los detalles de aquellos sicarios.

Quince años después, sale a vengarse de los criminales, junto a un pistolero que conoce en el camino y que acaba de salir de quince años de prisión tras haber sido traicionado.

El italiano Giulio Petroni adopta bien las enseñanzas de Leone en una cinta impecable que cuenta con una de las mejores bandas sonoras de Morricone y la actuación del icónico Lee Van Cleef.

Así que ya de inicio hay disparos, cuando los criminales pistoleros matan sin piedad a todos/as, salvo a un niño quedó con vida. Es Bill Meceita (John Phillip Law), quien durante su vida y hasta llegar a joven vive obsesionado y preparándose con las armas, para vengar la masacre de su familia por los cuatro bandidos. Estos sicarios ocupan ahora puestos de autoridad en el nuevo oeste “civilizado”.

Transcurrido esos años, uno de la banda, Ryan (Lee Van Cleef) es liberado de la cárcel y busca a quienes lo acusaron falsamente. Bill y Ryan se unen, a su manera, y buscan sin piedad a los criminales, codiciosos y traidores hombres de antaño. Entre ambos forman un dúo viejo (abuelo)-joven, con unas destrezas con el colt inigualables. Una pareja que combina una cruda e indómita juventud y la experiencia que sólo un pistolero magistral y de edad puede ofrecer en el salvaje oeste.

Magníficos trabajos de Lee Van Cleef y John Phillip Law (este un poco hierático), que encarnan a los dos hombres que buscan la venganza (que se sirve en platofrío); lo hacen en sintonía y con notable maestría actoral. La película tiene una banda sonora compuesta por Ennio Morricone, que le da un tono épico y dramático.

Este filme es una muestra de spaghetti western como subgénero, caracterizado por la violencia, una estética sucia y la desmitificación de los héroes.

Esta cinta tuvo la influencia del maestro Sergio Leone, que dirigió la famosa trilogía del dólar con Clint Eastwood de protagonista. De hecho, Lee Van Cleef participó en dos de esas películas: “La muerte tenía un precio” y “El bueno, el feo y el malo”.

La crítica valoró positivamente esta obra, destacando su historia de venganza, sus duelos, la estupenda fotografía de Carlo Carlini y la música, como he señalado.

Algunos la consideran una de las mejores películas del spaghetti, y otros valoran mal algunos defectos en el ritmo, la edición y la interpretación.

A mí me ha gustado, una peli entretenida, bien llevada y con un "Pianista que toca tres notas": gran momento.