Delicada producción francesa sobre el encuentro con uno mismo sin saber, durante toda su cuadragenaria existencia, que uno mismo se había perdido; el desconcierto e incertidumbre de una repentina verdad encontrada; el temor al cambio deseado; el alivio de la decisión final; el olvido de todos y el recuerdo, único, de uno mismo. Todo ello, comprimido en una buena historia donde cada uno de los personajes han sido elaborados con cuidado y esmero, donde vas recibiendo la información poco a poco para poder ir uniendo todas las piezas del puzzle y disfrutar, de ese modo, del nuevo paisaje creado. Pocos "peros" se le pueden poner a Nicole García que, no sólo ha acertado con la dirección y todo su enfoque, con la elección de los protagonistas y su unión como pareja, sino que ha cuidado un guión bien desarrollado, correctamente evolucionado, que huye de toda empalagosidad y azucaramiento sin recurrir a escenas o sentencias insulsas e insipidas, dando lo mínimo en cada momento para que el espectador rellene el resto pero, con la suficiente información para hacerlo y no quedarte "en el limbo". El propio cartel es imagen de la elegancia de la historia y de los personajes creados. Recomendable.