El hecho de que esté basado en una novela adolescente, que esté protagonizada por un actor joven y desconocido y la explotación abusiva de películas de ciencia ficción futurista de este tipo no jugará a su favor; lo más seguro es que pase inadvertida por los cines con justa o escasa taquilla. Pero lo cierto es que gusta más de lo que esperas, te resulta mucho más entretenida de lo supuesto y para nada de arrepientes de haber elegido su visionado. Sin salirnos de la horma de su zapato -la base de la historia y su guión están escritos por adelantado- resulta un producto interesante y sugestivo pues el protagonista parece tocar todas las emociones contrarias habidas y por haber; todo ello desde mi desconocimiento completo de la obra en la cual está basada dicha cinta. La caracterización y puesta en escena es brillante, la recreación de todos los escenarios está magistralmente cuidada al máximo detalle y la rapidez de los hechos, de las escenas juega a su favor; nada de ñoñerías ni pérdidas de tiempo que rellenan pero no dicen nada. Todo en su justa medida, incluidos un Harrison Ford utilizado para darle notoriedad y renombre a la película y atraer, de paso, a un posible público. Pero, la verdad, dentro de su género es de las mejor realizadas y ejecutadas y, éso hará que la aprecies en su justa medida -valga la redundancia-. Buena para pasar un buen rato y estar seguro de no lamentarlo.

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