Una película que me parece genial en casi todos sus aspectos, retrato de una sociedad enferma. Lo mejor de la historia es la relación de Reno con Natalie, el asesino y la niña, una historia de amor que no tiene una clasificación sencilla. La niña, logra enamorar a una persona casi nula en cuanto sentimietos, que vive en su rutina, su aislamiento y su ignorancia. Los seres humanos somos profundamente emocionales, y desde el niño al adulto tenemos una necesidad básica de amor. Este mundo de Besson es un páramo frío en este sentido, escasean las relaciones amorosas tanto como sobre abunda la violencia. El contacto profundamente humano entre estos dos personajes quiebra el orden siniestro del universo en que habitan.
Una película que muestra lo mejor y lo peor del ser humano posmoderno.