Average rating
4.6
Ratings
2,918
Reviews
40
Lists
1
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
persona rating:
7
7.8
148,449
Thriller. Mystery
Leonard (Guy Pearce) is an insurance investigator whose memory has been damaged following a head injury he sustained after intervening on his wife's murder. His quality of life has been severely hampered after this event, and he can now only live a comprehendable life by tattooing notes on himself and taking pictures of things with a Polaroid camera. The movie is told in forward flashes of events that are to come that compensate for his ... [+]
Language of the review:
- es
November 24, 2005
10 of 16 users found this review helpful
Posmoderno retrato fragmentado sobre el complejo de culpa, marcadamente irracional. Deconstrucción del tiempo fílmico convertido en algo mecánico e impersonal, externo y ajeno a nuestra experiencia interior.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
La película no muestra el efecto antes que la causa, ni está rodada hacia atrás: en ella, tanto el libre albedrío como la causalidad son ilusiones creadas por la correspondencia entre la consciencia y una memoria transfigurada del transcurrir del tiempo. No hay más “flash-backs” que “deja-vus”; desde el punto de vista de Lenny todos los sucesos tienen una continuidad temporal limitada debido a su incapacidad, encadenándolos mediante referencias externas a su propia percepción (ya sean fotos, textos, tatuajes). El espectador observa la acción con independencia del objeto respecto de quien le observa, siendo vanas causas y efectos.
La información que vamos recogiendo es “entrópica”: percibimos la perdida de información que soporta la misma en su propia evolución. Al igual que Lenny ésta nos aparece fragmentada, a mayor información sobre porqué mayor imprecisión para poder enunciarlo (cuanto más de cerca se mira un problema (real), más borrosa se vuelve su solución). Incapaz de retener, Lenny sigue un método deductivo-inductivo para construir su realidad; por un lado su deducción va del hecho general (ha habido un asesinato) a los particulares (las pistas que le llevan hacia el asesino) y su inducción al revés. Él deduce su hipótesis (hay un segundo individuo libre implicado en el asesinato de su mujer) e induce en sus investigaciones (nombre del individuo, rasgos físicos, matrícula del coche), el espectador sabe que estos mecanismos no son suficientes por sí mismos para explicar la trama (no ha habido asesinato; el nombre del asesino, la matrícula de su coche no se pueden demostrar como verdaderas).
Lenny construye su nueva realidad a partir de su propio sentimiento de culpa, pasada, irrelevante en cuanto a las fuentes que la originaron. Él huye hacia delante deconstruyendo su antigua realidad en una nueva, dotándola de sentido: la venganza; para ello lee los tatuajes de su cuerpo (la mayoría no explicados). Su pasado es intranscendente para este cometido, no importa que a la mujer de Lenny la asesinaran o que él la matara o que se suicidara o que ni siquiera existiese, poco importa que Sammy exista (dentro o fuera de su cabeza), él ha encontrado un nuevo sentido y no le faltarán personas que le faciliten coartadas para alimentarlas. Más importante es el comienzo (simbólico) reciente de su condición, generada tras el golpe en el espejo (real o imaginado) “tatuado” en las marcas (no cicatrizadas) de su cara. Las personas a su alrededor le mienten (como él mismo) y le manipulan (como él lo es por su empresa privando a la familia Jankis de su derecho a cobrar el seguro).
Podría haber otro final pero no debemos convertirnos en esclavos de nuestras teorías; no hace falta que acabemos creyéndonos nuestras propias fantasías.
La información que vamos recogiendo es “entrópica”: percibimos la perdida de información que soporta la misma en su propia evolución. Al igual que Lenny ésta nos aparece fragmentada, a mayor información sobre porqué mayor imprecisión para poder enunciarlo (cuanto más de cerca se mira un problema (real), más borrosa se vuelve su solución). Incapaz de retener, Lenny sigue un método deductivo-inductivo para construir su realidad; por un lado su deducción va del hecho general (ha habido un asesinato) a los particulares (las pistas que le llevan hacia el asesino) y su inducción al revés. Él deduce su hipótesis (hay un segundo individuo libre implicado en el asesinato de su mujer) e induce en sus investigaciones (nombre del individuo, rasgos físicos, matrícula del coche), el espectador sabe que estos mecanismos no son suficientes por sí mismos para explicar la trama (no ha habido asesinato; el nombre del asesino, la matrícula de su coche no se pueden demostrar como verdaderas).
Lenny construye su nueva realidad a partir de su propio sentimiento de culpa, pasada, irrelevante en cuanto a las fuentes que la originaron. Él huye hacia delante deconstruyendo su antigua realidad en una nueva, dotándola de sentido: la venganza; para ello lee los tatuajes de su cuerpo (la mayoría no explicados). Su pasado es intranscendente para este cometido, no importa que a la mujer de Lenny la asesinaran o que él la matara o que se suicidara o que ni siquiera existiese, poco importa que Sammy exista (dentro o fuera de su cabeza), él ha encontrado un nuevo sentido y no le faltarán personas que le faciliten coartadas para alimentarlas. Más importante es el comienzo (simbólico) reciente de su condición, generada tras el golpe en el espejo (real o imaginado) “tatuado” en las marcas (no cicatrizadas) de su cara. Las personas a su alrededor le mienten (como él mismo) y le manipulan (como él lo es por su empresa privando a la familia Jankis de su derecho a cobrar el seguro).
Podría haber otro final pero no debemos convertirnos en esclavos de nuestras teorías; no hace falta que acabemos creyéndonos nuestras propias fantasías.