Espléndida la localizacion y la fotografía. También la música, a veces. Pero, a la vez, todo muy esteticista, muy al tópico lorquiano, algo que llega a cansar.
Casi todas las interpretaciones está sobreactuadas y lo que es aun peor: a la protagonista no se la entiende cuando habla. Cuando canta lo de los Cuatro muleros, hay que saberse antes la copla para ver de qué va. Es un defecto común a las actrices españolas jóvenes. Las viejas en cambio, quizá porque han hecho mucho teatro, saben modular. Aquí los jóvenes no vo-ca-li-zan. Hablan como si estuvieran en un bar de copas con los amiguetes.
La película tiene su mérito, pero no es gran cosa.
Seleccionada junto con El olivo y Julieta para presentarse a los Oscar, espero que al final la elegida sea El olivo, aunque mucho me temo que optarán por el machego, que lleva meses haciendo méritos en Usa.