Entiéndase cordero por un chiquillo tierno y desvalido, cuyas capacidades mentales andan algo mermadas y con un sentido común ligeramente estropeado. De ahí que, en este caso, se pueda aplicar esa famosa frase, algo cruel, si me apuras, que dice: “Das más trabajo que un hijo tonto” Y así es, su madre, la del título, no gana para disgustos, y se ve envuelta en todo tipo de estrafalarias movidas por culpa de su tarado retoño.

Además del tema del amor filial, la peli trata de ser un thriller, pero su tono cómico bobalicón no termina de encajar muy bien en el género, por no decir que no encaja en absoluto, y el espectador, más que reírse, siente ganas de irse. Es como mezclar el fucsia y el naranja, arriesgado, valiente, pero incongruente.

Y una advertencia quiero hacer constar: la peli empieza con una secuencia en la que vemos a la madre, como puesta de perico, bailando, arítmicamente y sin música, en un fértil campo de siembra. La cosa asusta, y mucho. Lo único que piensas es que te vas a tragar un rollo inefable y patatero… y no. Si algo bueno se puede decir de la peli es que esa mujer que baila es fascinante, y que la trama es muy entretenida. Palabra.