El proverbial caníbal, Hannibal Lecter, que aparentemente no sería sino un inútil que demanda gastos de la sociedad, estando en una cárcel rematadamente loco, es objeto de consulta por parte de un investigador que está detrás de un asesino en algún modo "de imitación" que también muerde a sus víctimas. Es importante y agradable sentirse útil para algo; de manera que, aparentemente, esto permitiria reivindicarlo, al menos en alguna medida. No es lo más grato para el coprotagonista recurrir a tan poco recomendable personaje en busca de ayuda, pero qué se le va a hacer...Es que, dragón rojo, que es un asesino que se inspira en los dibujos apocalípticos de Blake, después de todo es un reconocido admirador del Dr. Lecter. Tal vez el goloso doctor pueda colaborar...Este es el núcleo de la trama, y la película presenta una buena dosis de suspenso, es algo larga pero no abrumadora, se deja ver aceptablemente, tiene ingredientes para convocar la atención y el interés del espectador, por encima de las películas promedio del género, y hay buenas actuaciones, de más está decir que Anthony Hopkins cumple muy bien su papel, con momentos en que su cara realmente inspira miedo. 7,5 puntos.