Nada más empezar, su aspecto de telefilme decepciona. Después, el hecho de que el personaje de Goldblum (primero insípido pero luego más emocionante en su transformación, un recurso muy noventero) le tenga que aconseja a Fishburne (un supuesto delincuente y narcotraficante consolidado) acerca de cómo cometer un crimen no resulta nada creíble. No obstante el secundario Gregory Sierra doblado por el legendario Claudio Rodríguez mola cantidad. De hecho es lo mejor de esta floja película mafiosa, que no profundiza en ningún aspecto, carece de acción y termina resultando insustancial. Y Laurence Fishburne demuestra que solo es un actor famoso por haber hecho 'Matrix'.