A alguien le debió parecer era buena idea hacer una película inspirada en la tercera prueba de 'Harry Potter y el Cáliz de Fuego'. Y efectivamente, la dicha idea es muy buena. Pero de ese modo, en el que la prioridad parece ser la de manifestar unos niveles de estupidez insultantes tanto en los diálogos como en la acción, que lo único que hacen es promover la apología de los principios de la inmadurez, la insensatez y de la más profunda de las idioteces. Es una de las peores películas con las que me he topado, pues no tiene absolutamente nada bueno. No vale la pena ni mencionar siquiera los sinsentidos argumentales; la perorata puede ser resumida en que esto es una infumable patraña de principio a fin y que no tiene ni pies ni cabeza. Pero sin lugar a dudas esta no es la mayor preocupación de Wes Ball (el parecido de su nombre con el de Uwe Boll será mera casualidad??), que duda cabe, pues el artífice de esta bazofia parece estar mucho más interesado en desarrollar las impresionantes relaciones entre los protagonistas, desprovistos de cualquier profundidad que los engrandezca, y plagados en cambio, de lo que son una amplísima gama de matices execrables y vomitivos con ínfulas de asquerosos sentimentalismos de laboratorio, eso por supuesto que no falte. Y una nueva basura adolescente estará lista, señores. Y como los desperdicios comerciales mandan en la taquilla, ya tenemos segunda parte asegurada.

Yo buscaba entretenerme con una decente película de aventuras. No quería una reversión subversiva de la bazofia de los 'Juegos del Hambre' en masculino. Ah, pero que ingenuo que soy!!!! Huid los que podáis y decid no a la voluminosa cantidad de sentimentalismos rastreros dirigidas exclusivamente a adolescentes sin media neurona en la cabeza que nos quieren vender aquí. (...) Aquí no hay nada interesante. Nada que pueda ser digno de interés o plausible, ni un solo detalle. Es un desierto en todos los ilimitados campos positivos que pueda ofrecer el cine o la ficción; todo aquel que quiera encontrarse con una historia medianamente interesante aunque sea, lo único que va a presenciar van a ser exageradas e insustanciales discusiones de pacotilla por un grupo de jóvenes atrapados en los hilos de un atajo de guionistas comerciales, sin ningún tipo de buenas ideas, que han creado uno de los mayores atentados contra todo lo bueno que puede tener el cine, a base de introducir repugnantes clichés repletos de falsedad, manipulación y de decir NO al riesgo, a la emoción, al buen gusto, al interés, a la magia interna de los personajes. El que la quiera ver por el laberinto, esto no va de aventuras en un laberinto. Ni siquiera eso han sabido hacerlo bien, que vaya mierda infecta que se han inventado este rebaño de inútiles. Lo siento pero es que no tengo otras palabras. Una incompetencia que causa conmoción, que abruma, quedada una vez reflejada en esta aberración cinematográfica. Me da vergüenza llamar a esto cine.