Un día da para mucho, y más si eres policía en Los Ángeles. Pero aún más si te toca como jefe de patrulla un inspector con un sentido ético distorsionado. Un hombre que habla de proteger al rebaño mientras aúlla como lobo, sin serlo.

El protagonista de «Training Day» es Alonzo Harris, policía de narcóticos que actúa como criminal y que propiciará, a su modo, el aprendizaje vital del novato Jake Hoyt. Merecido Oscar para un bestial Washington, quien llena la pantalla de esa manera que sólo unos pocos pueden hacerlo. Miradas envenenadas cuando nadie le ve, violencia en los movimientos, cruel y divertido, dominante y chulesco; encantador de serpientes que te convence sin esfuerzo; serpiente que manipula, se arrastra, rodea poco a poco a la presa y la estrangula disimuladamente. Tan disimuladamente y con tal tacto y convicción, que hasta el verdadero lobo de esta historia se verá atrapado sin darse cuenta. Porque, que nadie se engañe, el lobo aquí es Jake Hoyt, el auténtico can que tiene la nobleza del verdadero líder, el instinto de la fiera, de espíritu fuerte y decidido con las serpientes, y amable y generoso con las ovejas. Es él, y no el otro, quien tiene toda mi admiración. Fantástico Ethan Hawke.

Dirección comedida de Antoine Fuqua, cosa que beneficia muchísimo el resultado final. Guión bien planteado y altas dosis de vocabulario soez que se deleita en múltiples amenazas de sodomizar al enemigo, vaya fijación anal que tienen. Pese a la violencia, más implícita que explícita, logra un agradecido equilibrio para un thriller donde encontramos toda clase de crímenes y vicios. La acción está bien llevada, y resulta creíble y seria. Sin embargo, el tono de la historia, la puesta en escena y la concepción de todo el planteamiento debilita este «Training Day» al decantarse por una visión superficial y machacadita de la corrupción humana, sus consecuencias y sus extensiones, así como de las propias personas que intervienen, sin explicar por qué ni cómo, quedándose en cine de entretenimiento sin más y no en cine que trascienda su propio género.

Admito que me sorprende las pasiones que despierta, sobre todo porque algunos se la toman como si fuese lo más grande del Cine, y eso es ya demasiado. Entretenida, tensa, incluso didáctica y con Denzel Washington dejándonos otra de sus grandes interpretaciones. Un más que aceptable thriller de acción.