Intrigante, divertida, sencilla. 1989, para qué voy a deciros más. Un vecindario a la americana, casitas, jardines, recogedores de la basura, bicis para el cole, vamos, todos esos elementos que hacen del típico barrio residencial un paraíso, lo que vosotros ni yo hemos visto en nuestra puta vida en España. Todo es perfecto de no ser por unos vecinos que precisamente llaman la atención porque nunca los han visto. Tom Hanks, su amigo Art (el típico gordito secundario bonachón) y Rumsfield (veterano de Vietnam) tienen el convencimiento de que los nuevos vecinos han asesinado y descuartizado a un pobre viejo del barrio y no pararán hasta demostrarlo. ¡Ah! y encima sale Bocazas, de los Goonies. ¿a qué estáis esperando?