La marca Ley y orden ha sido de lo mejor que ha dado la televisión americana sobre series policíacas (exceptuando el boom CSI). De entre ellas Acción Criminal tiene un aire especial. La otra, Unidad de víctimas especiales, cuenta con un pedazo de elenco de actores: Meloni, Hargitay, Belzer, Florek y un sorprendente Ice-T con unos guiones muy entretenidos y una lenta, pero dura historia detrás de los protagonistas.
Pero Acción criminal tiene dos personajes excepcionales: el detective Robert Goren (un perfecto D'Onofrio) y su pareja, la detective Eames (Kathryn Erbe). D'Onofrio borda el papel de hombre perturbado, que no se fía de nadie, con una inteligencia fuera de lo normal que lo hace único en su puesto. Directo y peculiar en sus formas, acecha a los implicados hasta exprimir el zumo de una piedra.
A esta pareja se suma, durante un periodo corto de tiempo en relación a la duración de la serie, una nueva pareja de detectives (con un Jeff Goldblum perfecto, a la altura del gran D'Onofrio): el detective Zach Nichols y una serie de parejas que nunca llegan a encajar en la serie. Éste último es un detective con una preparación psicológica gracias a la vocación de su padre y poseedor de una gran inteligencia. Duró poco, pero valió la pena ver a Goldblum en L&O AC.

Pero al reparto de la serie (encabezado por D'Onofrio por encima de todos) hay que sumarle el gran desarrollo de los capítulos. En ésta, no es tanto "la ley" como en las otra a causa del hilo narrativo de la misma: altos cargos, políticos, asesinos en serie, negocios sucios...

La gran peculiaridad de esta serie es el inicio en que nos muestra a todos los sospechosos interactuando entre ellos (directa o indirectamente) antes del crimen. Mientras avanza el episodio, la pareja de detectives te hará ver la relación de todos y el desenlace de los hechos.